El espacio Zelaya siempre albergó múltiples propuestas donde los límites entre las diversas artes se interrelacionan y conectan. Divulgadores científicos, docentes y artistas fueron convocados para mostrar una constelación de disciplinas que aparentemente parecen distantes.
Las premisas del encuentro virtual serán: ¿Cuáles son mis prácticas? ¿Cuál es mi conexión con lo que hago? ¿Cuál es la cosmovisión que se desprende de mi práctica? ¿Cómo se entrelazan las experiencias individuales y colectivas de cada artista? En este retiro virtual, se cruzarán la pedagogía, el teatro, el cine, la filosofía, el psicoanálisis, la astrología, la poesía y las artes visuales. Con curaduría compartida entre Agostina Luz López y Federico León, este retiro estaba planteado para realizarse en el jardín de la sala ubicada en el barrio del Abasto, pero la pandemia modificó el escenario hacia la virtualidad.
Diario Vivo: ¿Cómo surgió la propuesta de este retiro virtual?
Federico León: Este año no habíamos hecho nada en Zelaya y teníamos ganas de abrir un poco las actividades con este retiro. En el espacio, venimos haciendo ciclos donde siempre mezclamos personalidades de diferentes disciplinas que vienen influenciando mi trabajo y el de Agostina, y nos interesaba compartir estos temas con una comunidad muy mezclada.
Agostina Luz López: Zelaya siempre tuvo el espíritu de mezclar disciplinas. Quizás, este retiro es una oportunidad para seguir profundizando en ese mismo camino. Lo interdisciplinario siempre estuvo muy presente en el espacio, pero ahora se amplió más el círculo de disciplinas.
Diario Vivo: En la programación, habrá actividades con Agustina Comedi, Nora Moseinco, Mabel Ugarte, Alejandro Lodi, Sirenes Errantes, Cecilia Pavón, Bernardo Nante, ¿Cómo se dio la conformación de esta programación? ¿Qué relaciones podrían establecer entre los trabajos que se presentarán cada día?
Agostina Luz López: La constelación se armó de una forma muy intuitiva, como trabajamos nosotros. En el caso de Nora Moseinco, yo me formé con ella durante muchos años, entonces es la oportunidad de traer a mi maestra. Tiene una reflexión muy profunda sobre la educación, sobre acompañar proceso de aprendizaje en el ámbito del teatro. En el último tiempo, ella está tratando de profundizar y de poner en palabras toda su experiencia y su práctica.
Federico León: Empezó como un diálogo. Armamos una serie de asociaciones intuitivas. En algunos casos, las asociaciones son más explícitas, por ejemplo, entre Mabel Ugarte que trabaja en Constelaciones familiares y Agustina Comedi, que su trabajo está muy relacionado con lo autobiográfico, lo personal y la historia familiar. Como directora de cine, de alguna manera ella hace constelaciones familiares, por eso las unimos.
Agostina Luz López: Mabel Ugarte traerá una conversación relacionada con su trabajo terapéutico sistémico y como especialista en Constelaciones familiares y, después, Agustina Comedi también trabaja con historias familiares. Es interesante ver cómo uno puede traer recuerdos familiares o vivencias personales a través de esta charla con
Mabel y ver cómo alguien con eso inicia un proceso artístico que tiene otras leyes y otros recorridos.
Diario Vivo: ¿Cuál sería al espectador que apuntan con estos encuentros virtuales?
Federico León: El espectador es activo, participará escuchando y, en algunos casos, formará parte de los trabajos. Son una suerte de prácticas y talleres donde el público va a participar. Cada uno armará su constelación a partir de su propia experiencia. Uno resonará más con la psicología, otro con la astrología, por eso es interesante que cada espectador atraviese esta diversidad. Serán espectadores nuevos para maestros. Creo que hay muchos cruces de público, de disciplinas, de cosmovisiones.
Agostina Luz López: El gran asistente es el espectador que presencia todos los encuentros. Hacemos mucho hincapié en que puedan ir haciendo este recorrido porque, más allá de que uno naturalmente tiene cosas con las que vibra más o menos, sirve para ver qué imágenes se van desplegando, qué pensamientos va generando este despliegue de cosmovisiones distintas. Recomendamos que los asistentes al retiro tengan un
cuaderno donde puedan armar un registro de la experiencia de los tres días. Más allá de ver y escuchar, el retiro es una invitación a mirar al interior y reflexionar, como si el protagonista fuese el espectador y el registro de su experiencia.
Diario Vivo: Reflexionando un poco sobre sus propios procesos de creación y cosmovisiones, ¿En qué medida creen que estas disciplinas influenciaron su propio trabajo?
Federico León: Yo me nutro mucho del cine y del teatro pero también de otras prácticas y otros saberes, por ejemplo, el yoga me dio un montón de elementos para trabajar la auto observación, para observar cómo hago las cosas, sin intervenir, sin querer modificarlas. Todos atravesamos procesos en la vida y en el arte. En lo personal, el proceso de una obra está relacionado con el proceso de mi vida. Se mezclan mucho. Me parece que la psicología, la astrología y la filosofía llegan a lugares de gran profundidad sobre el propio ser.
Agostina Luz López: Los dos escribimos y hacemos teatro y tal vez fuimos nutriéndonos de estas disciplinas a través de nuestro proceso personal y, como consecuencia, lo llevamos a las obras que hacemos. Uno va descubriendo nuevas miradas sobre el mundo que me transformaron como persona, e inevitablemente, transformaron mi propia obra.
Diario Vivo: En este contexto de aislamiento, ¿Qué importancia creen que ocupa la reflexión?
Agostina Luz López: La reflexión siempre es importante y acompaña nuestros procesos personales y artísticos, pero sí creo que este momento tan especial y complejo lleva a un repliegue personal, invita a mirar mucho más al interior. Me parece que la reflexión puede cobrar un lugar más protagónico, sobre todo en esto de ver cómo nos movemos individualmente y en sociedad. Es un momento donde hay más espacio y más lugar para poder reflexionar. En ese sentido, el retiro es sincrónico.
Federico León: Este es un gran momento para trabajar con la incertidumbre e invita a ver cómo cada uno trabaja con eso, a estar abierto al presente del día a día, sin querer llenarlo. Tratar de mantener la incertidumbre es difícil pero es lo que propone este momento.
