La miniaturización de la electrónica para producir robots del tamaño de un cabello es un objetivo codiciado por la ciencia, pero limitado por la ausencia de sistemas que actúen a escala micrométrica.
Ahora, según publica la revista Nature, científicos de la Universidad de Pensilvania, en Filadelfia (EE.UU.) han logrado dotar de movimiento a un equipo de pequeños bots de manera autónoma. Para conseguirlo, han desarrollado una nueva clase de actuadores electroquímicos (componentes que hacen que los robots se muevan) que son compatibles con la electrónica de silicio. Estos actuadores forman las patas de los robots, de un tamaño menor que 0,1 mm, el grosor de un cabello humano. Al estimular cada una de las cuatro patas de los robots con luz láser, sus extremidades se doblan y desdoblan, produciendo un movimiento similar al caminar.
En una oblea de silicio de 4 pulgadas se pueden producir más de un millón de robots caminantes que se alimentan de la energía fotovoltaica de la electrónica de a bordo.
Los autores de este avance aseguran que son los primeros robots con estas capacidades. Son robustos y pueden sobrevivir en ambientes ácidos y ante grandes variaciones de temperatura. Además, pueden inyectarse a través de agujas hipodérmicas, lo cual les confiere un gran potencial para ser estudiados en ambientes biológicos.
Sin embargo, también presentan limitaciones. Tal y como mencionan sus desarrolladores, son más lentos que otros robots nadadores existentes, no perciben su entorno y carecen de control integrado. Aun así, concluyen en que sus compatibilidades con las tecnologías de silicio existentes deberían permitir un mayor desarrollo de sus capacidades.
(Agencia SINC)