En medio de los trabajos de ampliación de una carretera en Noruega, ocurrió un hallazgo inesperado: cuatro tumbas vikingas, en Vinjeøra, en el centro del país.
Además, en una de las tumbas de los guerreros, el difunto yacía junto a una gran espada vikinga del siglo IX. “Estoy sorprendida de lo pesada que es. ¡Habrías tenido que ser bastante fuerte para poder blandir esta espada!”, dijo la especialista Astrid Kviseth, al medio Life in Norway. Pero aparte de este arma, el vikingo también fue enterrado con un hacha, una lanza y un escudo.
“El hecho de que fue enterrado con un conjunto completo de armas nos dice que se trataba de un guerrero, y en la época vikinga y la temprana Edad Media, los guerreros eran agricultores libres que poseían su propia granja”, contó Raymond Sauvage, del Museo de la Universidad NTNU y director de proyecto para la excavación.
“Lo que hace que esta tumba sea un poco especial es que la espada está en lo que suponemos era el lado izquierdo del difunto”, explicó Sauvage.
Sauvage también contó que algunas de las tumbas estaban superpuestas, otro detalle que llamativo para los investigadores. “Podemos imaginar que esta práctica de entierro es una expresión de la importancia que tenían los antepasados de la familia en una granja en la época vikinga. Además de estar presentes en la granja como espíritus compañeros, los antepasados podían seguir viviendo físicamente en los túmulos”, afirmaron.
“Por tanto, era muy importante tener a los antepasados en el cementerio de la finca. Ser enterrado cerca de un antepasado o antepasado importante era quizás también una forma de ser incluido en la comunidad”, añadió Sauvage.