Este 27 de diciembre se cumplirán 30 años de un festival que, hoy en día, sería muy difícil de que se repitiera. No todos los días confluyen en un mismo evento -con entrada libre y gratuita- artistas y bandas como Soda Stereo, Luis Alberto Spinetta y Charly García. Pero eso sucedió en esta misma fecha pero de 1988, en pleno gobierno de Raúl Alfonsín, en un escenario levantado en la intersección de avenida del Libertador y la 9 de julio, al lado de la Torre Prourban, más conocido como el edificio “rulero”.
Hace 30 años, el festival por la democracia organizado por la Municipalidad de la Capital Federal congregó a 150.000 personas. Se celebraba los cinco años del retorno del sistema político tras siete años de dictadura militar. Para ese entonces, Argentina ya había pasado por el juicio a las juntas, la ley de obediencia debida y la Semana Santa de 1987. Además, el país vivía al galope de una inflación que ya terminaba de desgastar al gobierno radical y unos días atrás, había sucedido el tercer levantamiento carapintada.
Aquella jornada comenzó con las bandas que, en ese momento, se consideraban emergentes. La tarde se inició con Manray, La Torre (liderada por Patricia Sosa, la única mujer en participar del evento); Los Ratones Paranoicos con un Juanse joven y lejos de convertirse en pastor evangélico, y los Enanitos Verdes.
Después, fue el turno de los shows de los ya consagrados: Juan Carlos Baglietto, Fito Páez, Os Paralamas do Sucesso, Charly García, Luis Alberto Spinetta (hizo una presentación mínima, con dos clásicos: “Ana no duerme” y “Despiértate nena”). Soda Stereo fue la banda encargada de hacer el gran cierre del festival. Su show fue de 13 canciones: comenzó con “Juego de seducción” y terminó con “Persiana Americana”.
Hacía apenas una semana había fallecido Federico Moura, de Virus. Luca Prodan y Miguel Abuelo habían muerto algunos meses antes. El festival puede tomarse como el fin de una época y el adelanto de lo que vendría: en lo político, la democracia tropezaría con la culminación adelantada del mandato de Alfonsín y, en lo musical, el festival mostró a una parte de los artistas que luego agotarían las entradas en sus shows en los noventa.