Hace 50 años nacía en Aberdeen (Washington, EEUU) Kurt Cobain, quien desde su rol de líder de la influyente banda Nirvana se convirtió en el máximo exponente mundial del movimiento grunge, la música que ofició de banda de sonido para la llamada Generación X.
Nacido el 20 de febrero de 1967, en el seno de una familia cristiana, los primeros años de vida marcaron para siempre a Cobain, quien en su arte dejó en claro los efectos del divorcio de sus padres y del bullying sufrido en su época de estudiante adolescente.
El músico trasladó su sufrimiento tanto a su música como a la actitud adoptada en el escenario, de modo tal que logró erigirse como un verdadero símbolo para toda una generación de jóvenes marcada por el fin de la guerra fría, la incertidumbre, el avance tecnológico y la apatía política.
Adicto a la heroína y con un severo cuadro de depresión crónica, Cobain fue hallado muerto en su vivienda, en Seattle, un 8 de abril de 1994, luego de haberse disparado en la cabeza con una escopeta, en momentos en que la banda había logrado establecerse como el gran fenómeno musical de la década, a partir del memorable disco “Nevermind”, de 1991.
“Es mejor arder que apagarse lentamente”, rezaba una nota hallada junto a su cuerpo, encontrada por su esposa, la controvertida cantante y actriz Courtney Love, en donde alegaba que se le había “acabado la pasión”.
Fue el rock tradicional, pero fundamentalmente su amor por Los Beatles, lo que le permitió sobrellevar una dura infancia y adolescencia al futuro líder de Nirvana, quien tuvo acceso a una guitarra a los 14 años.
A mediados de los ’80, se unió al bajista Krist Novoselic y el baterista Chad Channing para fundar Nirvana, una banda que acusaba influencias del punk rock y de tradicionales grupos como Led Zeppelin y los mencionados Beatles.
Con esta formación, el grupo editó “Bleach”, un disco que sin llegar a ser un suceso de ventas logró ubicar a la banda dentro del panorama de un nuevo movimiento que comenzaba a forjarse, especialmente en Estados Unidos, con colegas como Mudhoney y Pearl Jam.
A finales de 1990, Cobain decide reemplazar al baterista por el joven Dave Grohl, con quien ingresa a estudios para registrar “Nevermind”, un disco cuya expectativa de éxito era moderada.
Sin embargo, hacia 1992, este trabajo contaba con unos 12 millones de copias vendidas y temas como “Smells like teen spirit”, “Come as you are” y “Lithium” no paraban de sonar en radios y cadenas musicales de videos.
El éxito de “Nevermind”, con millonarios ingresos y una sobreexposición mediática insospechada, hicieron mella en la débil situación emocional de Cobain, quien públicamente manifestaba su incomodidad ante esta eventualidad.
La publicación de “In Utero”, en 1993, con su moderado éxito de ventas pero su buena recepción en la crítica, pareció poner paños fríos al malestar que sufría el líder de la banda por esos días, ante la inusitada fama alcanzada.
Sin embargo, tras un concierto en Alemania en marzo de 1994, que se convertiría en el último de la banda, hubo varios incidentes que volvieron a dar señales sobre el desenlace. Entre ellos, destacan una internación de urgencia por una crisis provocada por una mezcla de alcohol y pastillas, la cual fue denunciada como un intento de suicidio por parte de su esposa.
Finalmente, Cobain decidió en abril ingresar al “Club de los 27”, como se llama al grupo de estrellas de rock que mueren a los 27 años e integrado por Jimi Hendrix, Janis Joplin, Jim Morrison, Brian Jones y Amy Winehouse.