El primer mes de 2011 fue un punto de inflexión en la vida de Adele. Ese enero, el Reino Unido primero, y luego el resto del mundo, conocieron una de las mejores voces femeninas de los último tiempos.
El ingreso al podio de los charts internacionales se dio de la mano de su segundo disco de estudio, 21: el material contiene dos hits que no podían pasar desapercibidos: “Someone Like You” y “Rolling In The Deep”.
“¿Quién lo habría imaginado? Felices 10 años viejo amigo”, escribió Adele en su cuenta de Instagram, en donde se expresó sobre los diez años del disco que fue un record de ventas, superando a Back to Black (2006) de Amy Winehouse.
“Es muy loco lo poco que recuerdo cómo me sentí hace una década. Pero gracias desde el fondo de mi corazón por dejarnos entrar en sus vidas y dejarlo ser el soundtrack de algunas de ellas”, agregó Adele.
El álbum fue la excusa perfecta para una gira, Adele Live, que tuvo todas las entradas agotadas en Estados Unidos. Sin embargo, a finales de ese año exitoso, las cuerdas vocales de la artista británica empezaron a mostrar síntomas de que algo no marchaba bien. Finalmente, fue operada por un pólipo, que puso en suspenso la que entonces parecía una carrera sin un techo.
Sin embargo, Adele se recuperó y volvió a los shows en vivo. Hoy, su álbum sigue estando en el selecto grupo de los más vendidos en la historia del Reino Unido
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