“Ya es suficiente. La última película de Actividad paranormal fue terrible”. Así de lapidario se mostraba Jason Blum, líder de Blumhouse, sobre la entrega más reciente de la franquicia, titulada Vínculos familiares y estrenada en Paramount+. Blum, consciente del bajo nivel de esta saga, prefería darla por rentabilizada y terminar con un fenómeno muy alargado en el tiempo, desde que en 2007 la primera Actividad paranormal obtuviera una taquilla prodigiosa con un presupuesto mínimo.
Actividad paranormal, creada por Oren Peli, ganó 193 millones de dólares. Las películas siguieron llegando, alcanzando una suma global de 900 millones de dólares que sigue siendo bastante contundente: lo suficiente como para que haya alguien que oponiéndose a Blum no quiera enterrar a Actividad paranormal. La saga se materializó en un momento de omnipresencia de pantallas, cámaras y teléfonos móviles (en el que aún vivimos), pero eso no significa que solo pueda discurrir en el cine.
O al menos, eso es lo que se empeña en pensar Simon Friend. Friend es un avispado productor afiliado a Broadway y al West End londinense que acostumbra a convertir películas famosas en espectáculos teatrales. Lo ha hecho con El código Da Vinci, El exótico Hotel Marigold y con La vida de Pi (por el que fue bastante aplaudido), y de vez en cuando ha contribuido a sacar adelante alguna película, como El padre (obra que precisamente provenía de las tablas, y que le dio el Oscar a Anthony Hopkins). Según Hollywood Reporter, Friend ha adquirido los derechos de Paramount de Actividad paranormal, y quiere hacer una obra de teatro que se estrene en el West End a través de su sello, Simon Friend Entertainment.
Ya ha fichado a Levi Holloway (que escribió una obra reciente de gran éxito en el circuito neoyorquino, Grey House, con Tatiana Maslany y la joven Millicent Simmonds, de Un lugar en silencio). Holloway convertirá Actividad paranormal en una obra teatral, lo que realmente tampoco es una idea tan de bombero como parece: las películas se fundamentan en grabaciones de escenarios fijos donde los sobresaltos surgen de algún cambio concreto, lo que da ciertas posibilidades de hacer algo potente a nivel escenográfico. La obra aún no tiene fecha de estreno.