¿Cuánto tiempo puede mantenerse un estudio en la cima de Hollywood? Si se cumplen las peores expectativas, Marvel podría darnos la respuesta: once años. En 2012, la Casa de las Ideas se coronó como reina del blockbuster de superhéroes con Los Vengadores, instaurando un reinado que ahora, si damos crédito a Variety, está viéndose en graves apuros.
El rotativo estadounidense ha publicado un extenso reportaje que pinta las cosas muy turbias para el estudio, para su mandamás Kevin Feige y para el MCU en general. Según afirma, la última concentración anual de ejecutivos de Marvel estuvo “presidida por la ansiedad” dados los problemas intestinos del sello y los resultados mediocres de sus estrenos durante el último año.
Entre personajes sin carisma y condiciones laborales dignas de una mina de sal, con uno de sus actores más importantes juzgado por violencia machista y con nuevas producciones que parecen abocadas al desastre, Marvel necesita una tabla de salvación. Estas son las piedras angulares de su actual crisis.
¿Reemplazar a Kang por el Doctor Muerte?
Las angustias más inmediatas de Marvel tienen nombre propio, y ese nombre es “Jonathan Majors“. El intérprete de Kang el Conquistador fue corrido de la escena. Algo difícil, teniendo en cuenta que Avengers: The Kang Dynasty, el próximo gran crossover del estudio, giraría en torno a su figura.
“Marvel está jodida hasta el fondo con el tema de Kang”, asegura una fuente anónima que habría visto el último episodio de Loki. “Y aún no han tenido la oportunidad de reescribir el papel. Pero no veo que tengan manera de seguir adelante [con Majors]”.
En el encuentro de Palm Springs, se habrían barajado alternativas como asignarle el rol de Kang a otro actor (algo que ya tendría precedentes, como la sustitución de Terrence Howard por Don Cheadle a la altura de Iron Man 2). Pero la propuesta más llamativa habría sido la de darle carpetazo al personaje de Kang y sustituirlo por otro villano emblemático del estudio, como el Doctor Muerte.
Una medida, esta última, que no solo conllevaría grandes dificultades logísticas, sino que también pondría en evidencia como ninguna otra la crisis que atenaza al estudio.
La producción de ‘The Marvels’ ha sido un desastre
Con 250 millones de dólares de presupuesto y un reparto encabezado por Brie Larson (de nuevo como Carol Danvers) junto a Teyonah Parris e Iman Vellani, el encuentro de las superheroínas cósmicas de Marvel debería generarnos una enorme expectación. Sin embargo, los resultados de taquilla no fueron buenos.
El presupuesto de ‘The Marvels’ confirma el bolsillo roto de Disney: cada vez películas más caras
¿A qué puede deberse esto? Pues, posiblemente, a que el rodaje de la cinta no ha marchado con la soltura deseable: para empezar, The Marvels ha tenido cuatro semanas de ‘reshoots’ destinadas a poner orden en una historia incoherente. Para colmo, la directora Nia DaCosta abandonó la cinta en plena posproducción, marchándose a París a trabajar con Tessa Thompson en Hedda.
“Si estás trabajando en una película de 250 millones, es raro que la directora se largue cuando todavía quedan meses por delante”, declara otra fuente anónima que, en este caso, estaría relacionada con The Marvels.
‘Blade’ se cae a pedazos
Nacido en el cómic La tumba de Drácula, el cazavampiros negro llegó al cine en 1998 con el rostro de Wesley Snipes, convirtiéndose en un heraldo de la fiebre por los personajes Marvel. Para su regreso, Marvel le ha adjudicado el rostro de Mahersala Ali, con vistas a un filme que debería haberse estrenado el año pasado.
Sin embargo, nada está saliendo según lo esperado. Hasta la fecha, el proyecto ha pasado por cinco guionistas, cuatro directores y una cancelación que tuvo lugar seis meses antes de la fecha prevista de rodaje. Para colmo, otra fuente anónima asegura que el libreto de la cinta se convirtió en “un relato encabezado por mujeres y lleno de lecciones de vida”.
Viéndose relegado de esta manera, Ali habría amenazado con abandonar Blade. Algo a lo que Kevin Feige reaccionó contratando al guionista Michael Green (Logan) para darle nueva vida al filme. Sin embargo, la poca fe que Marvel mantiene en la película se deja ver en su decisión de asignarle un presupuesto de menos de 100 millones de dólares. Lo cual, para los estándares actuales de Marvel, es calderilla.
El exceso de producto no trae nada bueno
A estas alturas de la jugada, es el momento de empezar a buscar los orígenes de esta crisis. Y, entre los diversos factores que la han propiciado, el reportaje de Variety señala la saturación de productos Marvel de la que ha sido víctima el público en los últimos años. Especialmente en lo tocante al streaming.
En 2020, asegura el reportaje, Disney ordenó que se incrementaran los estrenos del MCU destinados a Disney+ para así apoyar una subida en el precio de sus acciones. La idea era no dejar ni un solo momento del calendario huérfano de títulos marvelitas, ya fuera en forma de largometrajes o de series.
Tal vez a la corporación le funcionase esta estrategia a efectos bursátiles, pero, en lo que a Marvel se refiere, sus efectos han sido nefastos. Para empezar, porque el público se ha quemado con tanto producto de calidad tirando a floja (ahí están las opiniones acerca de Falcon y el Soldado de Invierno o Invasión secreta). Y, para seguir, porque Kevin Feige, el arquitecto del MCU, ha acusado el agotamiento.
“El verdadero superpoder de Kevin, su genialidad, siempre ha estado en la postproducción y en meterle mano a las películas”, explica una de las fuentes de Variety. “Ahora mismo tiene demasiadas cosas entre manos”. Pero la sobrecarga de trabajo en Marvel ha tenido otras víctimas: las primeras de todas, sus trabajadores.
Las condiciones de trabajo son peores que nunca
La mala situación laboral de la plantilla de Marvel, especialmente la de su departamento de efectos especiales, es pública y notoria desde hace tiempo. Pero el pasado 17 de febrero, fecha de la premiere mundial de Ant-Man y la Avispa: Quantumanía, se hizo notar como nunca.
“Había al menos diez escenas en las que los efectos se habían añadido en el último minuto y estaban desenfocados”, recuerda una fuente descrita por Variety como “veterana y poderosa”. “Yo no había visto nada igual en toda mi carrera. Todo el mundo hablaba de ello, hasta los hijos de los ejecutivos”.
La raíz de semejante chapuza se hallaba en el calendario de estrenos: el retraso en lanzamiento de The Marvels había obligado a adelantar el de Quantumanía nada menos que cuatro meses y medio. Tras la debacle, harta de jornadas de 14 horas sin compensación de ningún tipo, la plantilla de efectos especiales de Marvel decidió sindicarse por unanimidad.
“El año 2023 ha sido la gota que ha colmado el vaso”, declara Anna George, antigua trabajadora de Marvel que ha denunciado ante el Congreso de EE UU unas condiciones “insostenibles”. El estudio, por su parte, decidió que hacía falta una cabeza de turco, y la encontró en Victoria Alonso, quien perdió su cargo de vicepresidenta con la excusa de que dedicaba demasiado tiempo a promocionar Argentina, 1985, película que compitió en los Oscar y de la que había sido productora ejecutiva.
Pero los estos desastres digitales, que se repitieron en otros productos Marvel como She-Hulk, no eran cosa de Alonso, sino de sus superiores.
“Los supuestos fallos en los efectos especiales se debieron a que los guiones estaban a medio hacer”, asegura otra fuente. “Y eso no es cosa de Victoria, sino de Kevin, y de gente que está por encima de Kevin. Son problemas que hay que solucionar preproducción, pero los plazos no permiten que los ejecutivos de Marvel estudien a fondo el material”.
Los X-Men, la última esperanza
De esta manera, los rumores sobre el estado interno de Marvel hablan de resultados mediocres (solo se salva Guardianes de la galaxia Vol. 3, el adiós de un James Gunn que se va a regir los destinos de DC), pérdidas económicas y ejecutivos que buscan como locos un remedio para esta situación insostenible.
“En 2019, si le ponías a algo el sello de Marvel Studios, la gente pensaba ‘esa marca significa calidad”, explica Joanna Robinson, periodista experta en asuntos marvelitas y coautora de un libro sobre el estudio. “Pero esa asociación ya no se da, porque ha habido muchos proyectos con pinta de estar a medio hacer y poco trabajados”. Algo fatal si tenemos en cuenta que, para Disney, un producto Marvel con menos de 500 millones de dólares de recaudación es un fracaso.
¿Cómo afectará esta crisis al MCU? ¿Decidirán sus responsables que es hora de tomarse un descanso, bajar el ritmo de producción y replantearse sus estrategias? ¿Buscarán intérpretes y cineastas que sepan darle personalidad a sus futuros lanzamientos? Nada de eso: la tabla de salvación a la que se agarran Kevin Feige y compañía está en los personajes incorporados al estudio tras la compra de 20th Century Fox.
Dejando aparte a los Cuatro Fantásticos, cuyo regreso al cine aún está en pañales, Marvel confía en el poder taquillero de Ryan Reynolds (recordemos que Deadpool 3 viene de camino, con el Wolverine de Hugh Jackman como invitado estelar) y de los X-Men.
Así pues, los expertos consultados por Variety afirman que es demasiado pronto para anunciar el fin de Marvel. Aún y pese a todo, el MCU sigue siendo una fábrica de millones, y es poco probable que su caída tenga lugar de forma inmediata. Lo que aún no podemos decir es si el resultado de esta crisis será un renacimiento creativo o una larga agonía: ambas cosas son probables.