Cientos de miles de evacuados, daños materiales millonarios y al menos cinco personas fallecidas son algunas de las primeras consecuencias del paso del huracán Harvey, que el viernes por la noche tocó tierra en el estado sureño de Texas y que durante el sábado pasó a convertirse en una tormenta tropical.
El primer lugar en donde Harvey hizo sentir su intensidad, de grado cuatro, fue en la localidad de Corpus Christi. Desde el viernes a la noche, sus efectos se extendieron principalmente por la ciudad de Houston y llegaron hasta el estado de Luisiana.
En las últimas horas, el gobernador de Texas, Greg Abbott, anunció el envío de mil uniformados de la Guardia Nacional a las zonas afectadas por las inundaciones.
Houston, con más de dos millones de habitantes, es una de las ciudades más afectadas. Allí las autoridades no dan abasto para acudir a los llamados de auxilio, y discriminan entre los casos que suponen un riesgo inminente para la vida y los que podrían esperar.
Helicópteros, botes y otras formas de movilización por agua están siendo empleados para asistir a las personas. El alcalde de Houston, Sylvester Turner, afirmó que recibieron más de dos mil llamadas de socorro.
HOUSTON | Graves inundaciones provocadas por #Harvey paralizan la cuidad de #Houston. Manténgase seguro. #PrayForHouston pic.twitter.com/xgCrKFCxTw
— Yusnaby Pérez (@Yusnaby) August 27, 2017
“Este evento no tiene precedentes y sus impactos son desconocidos y van más allá de toda experiencia previa”, señaló el Servicio Meteorológico Nacional en Twitter.
Como consecuencia del huracán, el aeropuerto de Houston debió interrumpir su trabajo. “Todas las operaciones comerciales fueron suspendidas hasta nuevo aviso”, afirmaron en la cuenta de Twitter del aeropuerto. La industria petrolera también sintió el paso de Harvey. Texas estima que el 22 por ciento de la producción está suspendida por el fenómeno climático.
Está previsto que Donald Trump viaje mañana a Texas, en estado de emergencia, al igual que el vecino estado de Luisiana. La declaración del estado de emergencia habilita que se liberen fondos federales para afrontar los costos de la emergencia. Algunas opiniones advierten que las consecuencias de Harvey podrían ser mayores que las de Katrina, que en 2005 provocó 1.800 muertes en Nueva Orleans y daños materiales por cien mil millones de dólares.