En su alegato final, antes de que se conozca la sentencia, el ex ministro de Planificación y suspendido diputado nacional Julio De Vido sostuvo que en la causa por la “tragedia de Once”, lo “metieron por la ventana” y responsabilizó al presidente, Mauricio Macri, por su detención.
“Por arte de magia, o mejor dicho, por arte de Macri, me metieron por la ventana”, manifestó De Vido en su alegato y recordó que el jefe de Estado pidió su “detención en forma pública”.
El veredicto del segundo juicio oral y público que se desarrolla por la “tragedia de Once”, ocurrida el 22 de febrero de 2012, se conocerá esta tarde, a partir de las 14.30, cuando se conozca la sentencia del diputado suspendido y del ex titular de la Unidad de Renegociación y Análisis de Contratos de Servicios Público Gustavo Simeonoff.
De Vido aprovechó la ocasión para manifestar la contradicción del ministro de Justicia, Germán Garavano, que, según recordó, pidió su detención y en los últimos días de manifestó en contra de las prisiones preventivas para un ex presidente, lo que le valió un enfrentamiento con la diputada nacional y dirigente de Cambiemos Elisa Carrió.
“Pareciera ser que, entre tantos arrepentidos, hoy el ministro es uno más. Parece haber cambiado de opinión”, apuntó De Vido, que dió su último alegato desde el penal de Marcos Paz, en donde se encuentra detenido desde octubre del año pasado, luego de ser suspendido y desaforado por la Cámara de Diputados.
De Vido y Simeonoff están acusados por estrago doloso y administración fraudulenta, por el manejo irregular de los subsidios que recibía la concesionaria del ferrocarril Trenes de Buenos Aires (TBA).
El Tribunal Oral Federal Nº 4, integrado por los jueces Pablo Bertuzzi, Gabriela López Iñíguez y Néstor Guillermo Costabel, darán su veredicto.
De Vido denunció una “persecución política, mediática y judicial”. “Este juicio es la primera consecuencia directa. Sé donde estoy y el motivo por el que estoy aquí. Es una decisión política de Macri”, acusó.
El ex ministro de la gestión kirchnerista consideró que el ex vicepresidente Amado Boudou, condenado en agosto último por el caso Ciccone, es “otro preso político”.
De Vido también apuntó contra el ex presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, y el juez de la Cámara Federal en los Criminal y Correccional Martín Irurzun, por inaugurar una doctrina en la que declaró la prisión preventiva bajo la sospecha de que un imputado puede influenciar o entorpecer una investigación judicial.
También disparó contra el fiscal de juicio, Juan García Elorrio, por “su falta de independencia ante testigos trascendentes”. “Daba toda la impresión de que tenía su alegato final cuando empezó el juicio”, advirtió el ex ministro de Planificación.
De Vido también apuntó contra la titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso, por su conducta “ruin, miserable, agraviante, tendenciosa, falsa y mentirosa”.
Por último, el ex funcionario le dirigió un mensaje a las familias y a las víctimas de la “tragedia de Once”.”Necesitan que haya oídos para escucharlas, como le dijo Jesús a Pilatos, y que nadie se lave las manos. Más temprano que tarde, si no lo hacen los hombres, el señor lo hará. Alabado sea su nombre”, concluyó De Vido.
El 29 de diciembre de 2015 fueron condenados en la causa por la “tragedia de Once” los ex secretarios de Transporte Juan Pablo Schiavi y Ricardo Jaime; los empresarios Claudio y Roque Cirigliano, ex dueños de TBA, y el conductor del tren, Marcos Córdoba, entre los 21 condenados que tuvo el juicio. La semana pasada la Cámara de Casación confirmó las condenas y ordenó sus detenciones.
El ex ministro de Planificación lleva casi un año detenido, en el marco de la causa en la que está procesado por fraude a la Administración Pública en el manejo de los fondos destinados a la reconversión de la Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT).