UNO
Esta obra pareciera tratar de acomodarse dentro de un realismo sucio y futurista. Remite a cierta cuestión territorial de los animales de manada. Los hombres han perdido la fertilidad porque, quizá, hemos fracasado como sociedad. Este principio narrativo que se deja ver entre bambalinas, puede sostener premisas, que ni Darwin ha insinuado en “El origen de las especies”. La selección “natural” se extrapola siempre a los humanos desde cierta arbitrariedad biologicista.
DOS
Estamos dando vueltas en una ficción que toma los mecanismos virulentos de la hiperbolización, hacia un futuro imperfecto, tan imperfecto como cualquier pretérito, el teatro vuelve a masticar ese presente contínuo, dramático y que induce ese patetismo de la condición humana, buscando un verosímil imposible.
TRES
Si a estas directrices narrativas, por llamarlo de alguna forma, le sumamos un trabajo de arte que suma a la idea de un futuro raro, pero posible y muy logrado. Cada objeto construye el espacio, cada objeto refleja el orden de un lugar que sirve de cocina pero también de laboratorio.
CUATRO
Este espacio físico es atemporal o es este tiempo donde pueden co-existir varios mundos. Una paleta de colores borrosos y amarronados, objetos que denotan suciedad o un anquilosamiento por el cual no ha pasado ningún interés en preservarlos de manera cuidadosa. Un lugar sucio. Como una descripción de Roberto Artl. Como la cocina de un comedor de hospital o un geriátrico de poca monta.
CINCO
Pero hay que recordar que nuestro futuro en Alfa entra a través de los diálogos, de pequeños fragmentos de monólogos donde se registra cierta impotencia al fracaso.
SEIS
Alfa es un principio sin Omega. O sea que siempre comienza en la cabeza de los espectadores. ¿Por qué? Yo pienso que se debe a su metáfora, este presente dramatúrgico manoseado por la epifanía lacónica y lánguida de la imposibilidad de parar esta maquinaria que nos subsume al consumo de toneladas de desperdicios. Ya conocemos demasiado de frankenstein, drácula y otras maravillas.
SIETE
Hay una historia; futuro sin fertilidad donde un poco de semen potente cotiza en bolsa. Una familia al contrabando de semen y un joven muy fértil. Al estilo de la tragedia griega los episodios pasan a través de un drama que nos mantienen entre el cinismo y sus sinónimos. El final trágico se precipita en tiempo y forma con algunos guiños de humor negro.
OCHO
La pregunta sigue siendo “el amor”. Alfa es una prolija y potente demostración que el teatro no pierde su capacidad de expresión a la hora de manejarse en los límites de una ficción tan temida por la ambigüedad, entre, lo que nos sucede afuera del proscenio y dentro del mismo.
NUEVE
La articulación entre todo lo comentado funciona por el laburo de los actores y actrices en escena. Un compromiso muy fuerte que se prolonga con la sutilidad de ciertos dispositivos escénicos como las luces y la música y esa honestidad brutal que poseen algunos directores.
ALFA
Actúan: Mariana Cavilli, Marta Haller, Diego Quiroz, Valeria Roldán, Abian Vainstein
Voz en Off: Carolina André, Beto Bit, Federico Liss
Diseño de vestuario: Estefanía Bonessa
Diseño de luces: Matías Sendón
Realización de escenografia: Mariano Sivak
Realización de objetos: Gustavo Dvoskin
Asistencia artística: Rodrigo Ochonga
Asesoramiento dramatúrgico: Nacho Bartolone, Javier Daulte
Asistencia de dirección: Sebastián Sabio
Producción ejecutiva: Carola Parra
EL CAMARÍN DE LAS MUSAS
Mario Bravo 960
Teléfonos: 4862-0655