La escritora brasileña Ana Paula Maia resultó ganadora del Premio Sao Paulo de Literatura 2018, uno de los premios de literatura contemporánea más importantes de su país, por la novela “Así en la tierra como debajo de la tierra”.
La novela, que en la Argentina fue publicada por Eterna Cadencia con la traducción de Cristian De Nápoli, fue distinguida en la categoría mejor libro de 2017 que otorga la Secretaría de Cultura de San Pablo.
Según la ensayista Beatriz Sarlo, en un artículo publicado en la agencia Télam co n motivo de la traducción local de la obra ganadora, Maia “muestra posibilidades que la literatura escrita por mujeres no acostumbra explorar. No escribe desde la subjetividad de género ni desde los saberes que se le atribuyen. No expone rasgos del yo’, ni historias que lo evoquen.”
“También podría decirse – continúa Sarlo- que esas marcas femeninas están en la posibilidad de mantener una distancia dura, y probar que una escritora puede escribir sobre una violencia masculina, sin otros gestos. Muestra que la literatura puede independizarse de las experiencias de quien pone su nombre de autora y ejerce su poder de narrador”.
Ana Paula Maia es escritora y guionista. Es autora de varias novelas. Su otra obra traducida al español y editada en el país por la misma editorial es “De ganados y de hombres”.
Además, ha escrito numerosos cuentos, que forman parte de diversas antologías, los cuales se tradujeron a varios idiomas. La novela “A guerra dos bastardos” (2007) fue reconocida en Alemania como uno de los mejores policiales extranjeros.
LA OBRA PREMIADA
Título: “Así en la tierra como debajo de la tierra”
Autor: Ana Paula Maia
Sinopsis: Una colonia penal en vías de desactivación. Emplazada en un terreno con un pasado de asesinatos y tortura de esclavos. Construida para ser un modelo de detención. Se convierte en campo de exterminio. Melquíades, director y autoridad máxima del lugar, caza a los reclusos como si fueran animales solo por satisfacción personal.
En el penal conviven hombres acusados de cometer delitos graves. La cárcel pronto se transforma en una arena donde los presos no hacen más que planear la propia fuga. Sin saber si van a acabar muertos por los guardias o por lo que los espera del lado de afuera de la colonia.
Editorial: Eterna Cadencia
{Con información de Télam}