Con un tono moderado, lejos del alma confrontativa con las que nos tiene acostumbrado la ex presidenta de la Nación, CFK presentó su libro “Sinceramente” ante una multitud.
Pese a la lluvia, a sala llena y con miles de personas presenciado dentro y fuera del predio de la Rural, la principal líder opositora presentó en sociedad su libro.
Había mucha expectativa por las palabras de la ex presidenta, tal es así que la presentación fue trasmitida en simultáneo en casi todos los canales de televisión. Cristina no habló de su situación penal ni tampoco de la polémica que rodea a su hija Florencia pero el discurso tuvo un claro tinte de campaña.
La elocución distó de ser simplemente la presentación de una obra sino que tenía un marcado cariz político. Pese a que CFK no confirmó su candidatura para las próximas elecciones, sus declaraciones tuvieron un marcado tono de campaña.
Y es que Cristina Fernández de Kirchner le habló al desencantado de su gobierno. Y aseguró que su libro “lejos de plantear enfrentamientos o peleas es una interpelación“. “Pero una interpelación a todos“, remarcó.
Aseguró que la idea del libro se la dio Alberto Fernández, a quien mencionó y agradeció en varias oportunidades. Con lo que queda oficializada su reconciliación.
“Los jóvenes son mi gran apuesta, mi gran esperanza. Quise trasmitirles lo que me toco vivir, lo que estoy viviendo y lo que están viviendo los argentinos. Son momentos muy difíciles”, recalcó
A lo largo de su discurso, evitó nombrar al gobierno de Mauricio Macri -hasta pidió que no se lo silbara- pero hizo claras aluciones a él. Al enumerar las crisis que el país tuvo que enfrentar, aseguró: “Tenía que contar y transmitir lo que había vivido, las cosas que pasaban. Nos quieren presentar la historia o la realidad como hechos inconexos y como sin ninguno tuviera que ver con lo otro y como si las cosas sucedieran casi como sucede una tormenta”.
“Si bien es cierto que la meteorología reconoce patrones de imprevisión, lo cierto es que la política y la economía no reconocen estos patrones de improvisación ni de imprevisión”
En la sala Jorge Luis Borges, donde tuvo lugar la presentación a partir de las 20:00, tomaron asiento en las primeras filas la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; el ex jefe de Gabinete Alberto Fernández; el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel; los precandidatos presidenciales del PJ, Felipe Solá y Agustín Rossi; y los presidentes del PJ bonaerense y porteño, Fernando Gray y Víctor Santa María, entre otros.
Sin ánimos de confrontar, la ex presidenta habló en un tono íntimo con un auditorio al que le pidió que no silbaran a la actual administración nacional. Además, realizó un llamamiento a debatir el papel de los planes sociales y aseguró que, pese a que a su gobierno se le adjudica el nombre de choriplaneros, cuando terminó su gestión había 207.000 planes y ahora esa cifra asciende a casi 500 mil.
“Hay que dar la discusión sobre los planes“, aseguró “sin enojarnos los unos con los otros. Llamo primero a entender y comprender la densidad y la profundidad de los problemas para después resolverlos”
La ex presidenta aseguró que hay desinformación “Nos movemos con la información que contamos o con la creemos que contamos o con las que nos quieren contar“. Este motivo, la desinformación, fue lo que la llevó a escribir sus experiencias.
Además, constantemente remarcó la importancia y la urgencia de provocar un debate: “Estamos en un momento en que es necesario que aportemos estos debates y discusiones“. “Quiero sinceramente que este libro le sirva a los argentinos como un instrumento de debate“, resaltó
“Sinceramente es el aporte que yo puedo dar para que entre todos los argentinos y las argentinas podamos en serio construir algo diferente. Algo diferente a todo. Lo que para algunos puede ser disconformidad con lo que pasa desde lo ideológico, desde un lugar histórico o una posición determinada para muchos argentinos y argentinas es el sobrevivir todos los días y lo digo en términos literales no en términos literarios” remarcó.
Además, en medio de las propuestas de unidad del gobierno, la ex presidenta remarcó que “va a ser necesario algo más”.
“Un contrato social de todos los argentinos y de todas las argentinas con metas verificables, cuantificables, exigibles. Un contrato social de ciudadanía responsable”
Sorpresivamente, elogió el modelo económico de Donald Trump y llamó a los dirigentes del gobierno a copiar un poco más el modelo estadounidense.
Además, confesó con los ojos vidriosos por la emoción ante un auditorio que la escuchaba en un silencio cuasi reverencial que eligió el 9 de mayo para presentar su libro ya que ese fue el día en que se casó con Néstor Kirchner
Finalmente, y para cerrar la presentación que duró poco más de media hora CFK se refirió al gran éxito de ventas que está teniendo su libro y aseguró “Si querían acariciarme el alma, lo han hecho; lo han logrado con creces“.
Allí la sala Jorge Luis Borges y el predio de la Rural y los alrededores se llenó con los cánticos de “vamos a volver” mientras podía verse a una Cristina sentidamente emocionada.