Argentina mostrará entre el 22 y 26 de febrero su presente artístico en la feria de Arte Contemporáneo de Madrid (ARCO) y convertirá la capital española en una sucesión de actos culturales, dentro de un proceso que quiere proseguir en el futuro para abandonar “la idea nostálgica de sí misma”.
El ministro argentino de Cultura, Pablo Avelluto, presentó hoy, junto al director de ARCO, Carlos Urroz, la feria internacional que este año alcanza su trigésimo sexta edición, con unas doscientas galerías de veintisiete países, entre los que Argentina es el invitado especial en esta ocasión.
Galerías de México, Brasil, Cuba, Guatemala, Perú, Colombia, Chile y Panamá también estarán presentes en esta feria que, según las previsiones, será visitada por unas 100.000 personas e inaugurada oficialmente el 23 de febrero por Felipe VI y el presidente argentino, Mauricio Macri, en el marco de su visita de Estado a España.
Del total de galerías presentes el cuarenta por ciento son extranjeras y, entre ellas, 41 proceden de países latinoamericanos.
Una feria que tuvo más petición de espacio del disponible, una “muestra de confianza” en palabras de Carlos Urroz, quien apuntó que hay 164 galerías en la parte oficial, mientras que varias decenas más estarán en espacios alternativos.
Ejemplos de pintura, escultura, instalaciones, fotografías, vídeo, new media, dibujo y grabado, podrán ser admirados y comentados por los visitantes interesados en lo contemporáneo.
Se mantiene “Opening”, dedicado a los proyectos de artistas emergentes y se presenta “Diálogos”, para que los artistas establezcan una relación entre sus respectivas obras, al tiempo que por primera vez habrá montajes de realidad virtual.
El deseo de abrir el mercado del arte a nuevos interesados hace repetir “Arts libris”, que difunde la edición contemporánea de libros de artista, mientras que la feria estará salpicada de tertulias y conferencias.
Del mismo modo que en otras ediciones Brasil o Colombia fueron protagonistas de ARCO, en esta oportunidad lo será Argentina, que estará presente con una docena de galerías, cada una de las cuales mostrará la obra de uno o dos artistas como máximo.
“No me gusta hablar de desembarco argentino porque parece una invasión y no lo es porque en Madrid estamos en casa”, dijo hoy Avelluto, quien destacó que, aparte de la presencia en ARCO entre el 22 y 26 de febrero, la capital española acogerá en los meses sucesivos un festival de teatro, jornadas literarias, un ciclo de cine y una serie de conciertos de música popular.
Para el ministro Avelluto “es un encuentro de amigos que se han alejado un poco y vuelven a la misma mesa”, en una alusión a la mejora de relaciones entre España y Argentina después de unos años de frialdad.
El objetivo en ARCO es mostrar que, como decía Borges, “ser argentino es ser universal”, según el ministro, quien enumeró las características del arte que se verá en Madrid.
Es un arte irreverente pero con rigor, diverso, fronterizo, que mira al cuerpo y a la sexualidad, según Pablo Avelluto, para quien todos esos elementos crean “un magma” que aflora en las obras.
Inés Katzenstein es la comisaria de las doce galerías con veintitrés artistas argentinos del programa general, mientras que en otras diecisiete sedes de Madrid se mostrarán los trabajos de otros creadores argentinos.
Argentina contará también con un pabellón propio, un espacio institucional que acogerá una programación artística y cultural y que será inaugurado por Mauricio Macri.