La sucesión de Hereditary y Midsommar coronó a Ari Aster como figura clave del terror actual junto a nombres como los de Jordan Peele o Robert Eggers, pero el cineasta ha querido darle un vuelco a su carrera en el tercer film. Beau tiene miedo desafía nuestras expectativas, porque a pesar de que su promoción es generosa con la inquietud (desde el tráiler o ese inexplicable póster) parece que nos hallamos ante una comedia negra.
Una que tiene a Joaquin Phoenix como máximo protagonista, en el papel de un hombre paranoico que trata de volver con su madre tras una visita que se tuerce de forma espantosa. Beau tiene miedo se estrenó recientemente en países extranjeros con las altas expectativas de ver a Aster cambiar de registro en compañía del actor que ganó el Oscar por Joker, en una comunidad creativa que ambos están contentísimos de haber fraguado.
Así lo han explicado en el New York Times, donde Phoenix y Aster hablan de lo mucho que han disfrutado trabajando juntos. Aster admira sobre todo su profesionalidad instintiva: “Joaquin es un investigador incansable. Si algo le parece falso, no será capaz de hacerlo. Ni siquiera se trata de que se niegue a hacer algo: su cuerpo se lo impedirá”. A su vez, Phoenix asegura que “nunca podría limitarse a ‘actuar’ con Ari”.
“Es algo que encuentro repulsivo y difícil de hacer. Él lo percibiría de inmediato. Es agradable saber que trabajas con alguien así”.
Tras Beau tiene miedo, Aster está “casi seguro” de que hará un western, pero a la vez ha revelado que ya está trabajando en un proyecto que traiga de vuelta a Phoenix. La dupla creativa está muy satisfecha de haberse encontrado, y quiere seguir trabajando unida un poco más de tiempo.
“A veces es tan sencillo como ‘puedo estar a tu lado cuatro meses porque me gusta cómo hablas de estos personajes’. Y puedo ver que tienes la voluntad de presionarte a ti mismo, de ser presionado y contraatacar, y eso es emocionante para mí”, explica Phoenix.