El encuentro de representantes de los 20 países más influyentes del mundo se produce tras la crisis cambiaria y financiera que debió atravesar el gobierno desde comienzos de mayo, y que tuvo uno de sus puntos culmines el martes pasado, con la renovación de Letras del Banco Central (Lebacs), por alrededor de 30.000 millones de dólares.
En este sentido, el canciller argentino, Jorge Faurie, consideró que la reunión de ministro de Relaciones Exteriores del G-20 será “una oportunidad para hablar de los objetivos del país y de cómo se ve la Argentina en el mundo”.