“Los discursos dominantes de la historia del arte fueron casi exclusivamente pensados desde una mirada masculina. Un posible correlato se materializa en la desproporcionada cantidad de obras realizadas por hombres que se encuentran en los museos. (…) este escenario lleva a reflexionar sobre la manera en que se comprenden las imágenes y cómo se construyen las reglas en el mundo del arte, aun en el presente”.
El Museo Nacional de Bellas Artes conmemora el Día de la Mujer con la muestra “A la conquista de la luna”, que se inaugura este jueves a las 19 hs y ofrece un recorrido por obras de gran formato hechas por mujeres, y realizará una acción performática que consiste en iluminar sólo las obras de autoría femenina expuestas en el primer piso del Museo Nacional de Bellas Artes.
La exposición montada en la sala 33 compone un conjunto tan breve como potente, desplegado en la sala del primer piso del museo, a través de siete obras de gran formato de siete artistas mujeres, piezas realizadas en diversos soportes y en un lapso de casi 50 años: los trabajos van de 1961 a 2007.
“Las artistas que integran A la conquista de la luna desafiaron y transgredieron, con mayor o menor intención, algunos de los sobreentendidos que han regido el arte y su producción, así como la forma en que algunas prácticas están indisolublemente ligadas a la masculinidad” continúan, desde la organización.
“Decidimos hacer una exposición con obras importantes de artistas mujeres, pertenecientes a la colección del Bellas Artes. Al mismo tiempo, recibimos una propuesta del colectivo Nosotras proponemos, para iluminar durante una acción las obras de artistas mujeres del guión curatorial y apagar el resto, para señalar esa disparidad”, explicó a Télam Andrés Duprat, director ejecutivo del museo, durante una recorrida por la exposición días antes de su inauguración.
“La idea es que quede en evidencia la desproporción que hay en la representación de hombres y mujeres en las colecciones en general, y en la nuestra en particular, porque es una propuesta a la que se suman distintos museos”, agregó por su parte Mariana Marchesi, directora artística del MNBA.
Para Duprat, el objetivo de la institución que dirige fue duplicar la apuesta: “El colectivo nos proponía un apagón por un día, pero nosotros decidimos extenderlo durante dos semanas, del 2 al 18 de marzo, entre las 18 y las 18.30, en las que se iluminarán sólo las obras de mujeres, entonces tomará un carácter más performático”.
“A veces va a tomar de sorpresa a los visitantes. Esta sala va a quedar siempre encendida porque es la única que tiene presencia total de mujeres”, señaló Duprat.
Una de las primeras obras con las que se encontrará el visitante es con “Bocanada”, de la recientemente fallecida Graciela Sacco, una sucesión de afiches que exhiben el primer plano de una boca abierta, donde se adivina el grito sordo, el dolor, las ansias. La obra de esta creadora rosarina estuvo siempre profundamente marcada por la reflexión en torno a la violencia política y social.
Por su parte, Elba Bairon (La Paz, Bolivia, 1947) presenta una suerte de naturaleza muerta -un género cuya tradición es esencialmente pictórica-, desplegada en una inmensa instalación escultórica.
Mientras que la artista Noemí Gerstein, con su escultura “Samurai”, da cuenta de un despliegue matérico imponente: la construcción de formas abstractas mediante soldaduras de varillas de hierros, bronces, latón, plata y otros metales, elementos utilitarios de fabricación industrial que la artista se dedicó a soldar en los años 50.
“Al elegir el gran formato, aquel que en el siglo XIX y parte del siglo XX restringía su uso a temas considerados elevados, como la representación de hechos históricos, muchas artistas rompieron con el mandato que las recluía a una pintura intimista, de pequeña escala y a los géneros estéticos ligados a ese universo: el paisaje y la naturaleza muerta entre otros”, dijo Marchesi.
“Con la transgresión del tamaño y el uso de materiales como el hierro y otros metales pesados, también enfrentaron los patrones de la femineidad en relación con la escultura”, precisó.
Es que la muestra es un itinerario de temáticas, materiales, usos y estilos que buscan posicionar a la mujer y dar por tierra con supuestos asociados al género: por ejemplo, que sólo los varones pueden manipular materiales pesados o industriales, o que las mujeres no abordan temáticas políticas ni sociales en sus obras, sino otras más ligadas a lo íntimo, lo mínimo, lo personal. Romper con el statu quo.
Así, aparece la obra que da título a la exposición, “A la conquista de la luna”, un inmenso díptico pintado sobre tela de Raquel Forner, de dos metros por cinco, que no sólo utiliza el gran formato sino que además se ocupa de una temática magnánima como la de la humanidad en la conquista del espacio sideral, un tópico dominante de la cultura visual de los años 60.
La exposición invita a reflexionar sobre el lugar que ocupan las artistas en el campo del arte y la cultura, por eso, del 2 al 18 de marzo, entre las 18 y las 18.30, se iluminarán sólo las obras de artistas mujeres en la totalidad del primer piso del museo.
Las protagonistas serán Raquel Forner, Alicia Penalba, Delia Cancela, Marta Minujín, Gertrudis Chale, Margarita Paksa, Diana Aisenberg, Liliana Maresca, Marcia Schvartz, Liliana Porter, Martha Boto, Grete Stern, Sara Facio, Juana Romani, Dora Maar, Lía Gismondi, Louise Nevelson y Sarah Grilo.
El objetivo de esta acción es visibilizar una representación que, desde los números y las estadísticas, se revela desigual: históricamente, las instituciones no han incluido en sus colecciones más de un cinco por ciento de obras creadas por mujeres.
“Con estas acciones, el museo convoca a reflexionar sobre un problema actual con la intención de señalarlo, pero también a tomar una posición al respecto”, dijo Duprat.
Y agregó: “¿Cómo empezar? Mirar al interior de las instituciones y delinear políticas destinadas al cambio es un primer paso para trabajar por la igualdad, generando espacios y oportunidades inclusivas que permitan saldar las inequidades del pasado y del presente”.
“Los discursos dominantes de la historia del arte fueron pensados casi exclusivamente desde una mirada masculina -alertó Marchesi-. Un posible correlato se materializa en la desproporcionada cantidad de obras realizadas por hombres que se encuentran en los museos”.
“Más allá de una cuestión de números, este escenario lleva a reflexionar sobre la manera en que se comprenden las imágenes y cómo se construyen las reglas en el mundo del arte, aún en el presente”, manifestó.
La exhibición “A la conquista de la luna” se podrá visitar en la sala 33, del 1 de marzo al 15 de abril, en Avenida del Libertador 1473, con entrada gratuita.
(Con información de Télam)