Según cuenta en su autobiografía, Woody Allen se arrepiente de no haber dirigido nunca una gran película. Sí está orgulloso de un par de ellas, como Manhattan, Annie Hall o, la última de las nombradas, La rueda de la maravilla. De hecho, el cineasta cree que si Kate Winslet no optó al Óscar por su papel fue porque la perjudicó cierto “huracán” popular: es decir, la reaparición de esos viejos fantasmas que ni siquiera una sentencia favorable a Allen ha sido capaz de conjurar. Pero esa es otra historia. Una de la que ya se ha hablado demasiado.
En el Festival de Venecia, Woody Allen presentó su última película, Golpe de suerte. Con ella, alcanza el medio centenar de títulos, una gesta que sólo puede explicarse gracias al inagotable ingenio del neoyorquino y a su sobrehumana capacidad de trabajo (es autor del guion de todas sus obras y protagonista de más de un tercio de ellas). Desde 1982 hasta 2017, Allen acudió, puntual, a su cita con las salas a razón de una película por año. Después, llegó el huracán y en torno a él vive instalado desde entonces. Por eso, muchos consideran que tras Golpe de suerte no habrá nada y que esta puede ser su despedida.
Quizá no sea el momento idóneo para tomar Rotten Tomatoes como referencia, pero lo cierto es que, tras su proyección en Venecia, Golpe de suerte ha mantenido en esta página unos registros a los que ninguna película del director se acercaba desde Blue Jasmine, hace justo diez años. Por el momento, cuenta con un 85% de aprobación, duplicando así el porcentaje que obtuvo su título anterior, Rifkin’s Festival. Para los amantes del cine de Allen, obviamente, esto ha obligado a declarar el estado de euforia. El director les decía adiós de la mejor forma posible.
Reparto de ‘Golpe de suerte’
Después de que Hollywood, en bloque, le diera la espalda (con la excepción de unos pocos fieles, como Diane Keaton, Scarlett Johansson o Wallace Shawn), Woody Allen ha tenido que buscar a sus actores en Europa. En Rifkin’s Festival, el elenco se llenó de españoles, como Elena Anaya o Sergi López pero, en él, también se coló algún francés, como Louis Garrel. Ahora, el cineasta ha decidido configurar su reparto única y exclusivamente con intérpretes franceses: los protagonistas de Golpe de suerte son Lou de Laâge (Los inocentes), Niels Schneider (Los amores imaginarios) y Melvil Poupaud (Cuento de verano).
Sinopsis de ‘Golpe de suerte’
El crimen sin castigo es uno de los temas favoritos de Woody Allen, y también el que a más tratamientos psicoanalíticos se ha prestado por cuestiones tan evidentes como pueriles. Hasta el momento, lo había abordado en Crímenes y pecados, Match point o Hombre irracional, películas con las que Golpe de suerte ha sido comparada desde antes, incluso, de que fuera rodada. En cuanto trascendió su sinopsis (un triángulo amoroso en el que uno de sus vértices comienza a estar de más), la película de Allen fue incorporada, de forma preventiva, a una estantería que el director parece haber organizado bajo el influjo de Dostoievski.
Las primeras críticas reforzaron esta convicción: Golpe de suerte no sólo estaba emparentada con los títulos citados sino que, en opinión de algunos, podía mirar a los ojos a Match Point y por encima del hombro a Hombre irracional. En conclusión, que Allen se ha despedido del cine en Francia, pero no a la francesa.