Austria avanza en el matrimonio gay

El resultado de un referéndum mostró que un 62 por ciento está a favor del casamiento gay. Ahora deberá aprobarlo el Parlamento austríaco.

El Parlamento australiano, de tinte conservador, comenzó a enfrentar hoy el desafío de analizar la ley que habilita el matrimonio igualitario, aprobado ayer con 62 por ciento en una consulta no vinculante, y que, según espera el primer ministro Malcolm Turnbell, saldría antes del 7 de diciembre.

El legislador liberal y activista Dean Smith abrió el debate para advertir el recorte de los derechos LGBT que, supone, intentarán introducir los opositores.
“Permítanme ser claro: las enmiendas que busquen abordar otros asuntos o que pretendan negar a los australianos gays y lesbianas los plenos derechos, responsabilidades y privilegios que ya tienen, tendrán una enérgica oposición”, dijo Smith.

Este senador presentó, a su vez, un proyecto de ley para limitar a quienes se nieguen a casar personas del mismo sexo, como iglesias y ministros religiosos.
La iniciativa fue elaborada como respuesta “a una avanzada conservadora que quiere ampliar el rango a empresas e individuos para que legalmente puedan negarse a ofrecer servicios de bodas para estas parejas”.

Si bien la discriminación basada en la orientación sexual es ilegal en Australia fuera de las instituciones religiosas, muchos opositores buscarán enmendar el proyecto de ley con la figura de “objeción de conciencia”, por lo que se espera un encendido debate en las próximas semanas.

Tras la consulta en la que votaron unas 12,7 millones de personas, el 79,5 por ciento del padrón se presentó el proyecto ante el Parlamento de Canberra que pretende reformar la Ley de Matrimonios que data de 1961 y que tuvo una enmienda conservadora en 2004, en la que se detalla que el matrimonio es exclusivo entre una mujer y un hombre.

Con una mayoría australiana que lo respalda, el primer ministro Turnbull busca que se convierta en ley para el 7 de diciembre, el último día del año del Parlamento.  “Para aquellos que quieren y creen en el cambio y para aquellos que buscan frustrarlo, simplemente les digo: no subestimen a Australia, no subestimen al pueblo australiano, no subestimen el sentido de igualdad de nuestro país, su sentido de la decencia y su voluntad de ser un país para todos nosotros “, cerró Smith.

(Télam)