En la fría Bahía Blanca, Guillermo Barros Schelotto apenas da muestras de la satisfacción que por estos momentos le debe recorrer el cuerpo de punta a punta, después de un disputadísimo torneo de 30 fechas en el que hubo pelea por el primer lugar hasta último momento.
Anoche, en el hotel donde concentra el plantel xeneize, hubo canciones y dedicatorias a River, tras la victoria cuerva ante Banfield. El resultado dejó a Boca con la tranquilidad que solo puede tener un campeón. No faltaron las cargadas por el descenso millonario, con fantasmas incluidos. Pero el técnico del campeón solo salió a la calle para saludar a los hinchas, estrechar algunas manos y sonreír ante las cámaras. A la hora de enfrentar los micrófonos, Barros Schelotto se mide y declara sin excesos.
“Fuimos los mejores, somos campeones merecidamente. Es cierto que hoy festejamos por un resultado ajeno, pero creo que lo ganamos merecidamente en la cancha a lo largo de todo el torneo”, dice el Mellizo, después de un torneo en el que ganaron cuatro de los cinco clásicos.
“Hace un año que trabajamos con este plantel. Fue un torneo duro. Desde la fecha trece estuvimos punteros, por eso creo que es muy justo. Tuvimos altibajos según el calendario, pero durante diecisiete fechas estuvimos arriba y eso es muy meritorio”, agrega Guillermo, que disfruta internamente de su primer título como DT, después de gritar campeón 16 veces como jugador.
Piensa en los hinchas, a quienes les dedica el campeonato, pero no se olvida del presidente Mauricio Macri. “Que Macri disfrute del triunfo al igual que todos los hinchas de Boca. Se lo merecen”, dice el Mellizo que parece que ya palpita la Copa Libertadores, el desafío que se viene, tras la renovación de su contrato.
Pero no se apura, y no deja de destacar la actitud de sus dirigidos. “No renunciamos nunca a atacar, siempre salimos a ganar, en cualquier cancha. Tuvimos momentos buenos y otros malos, pero cuando enganchábamos una o dos jugados liquidábamos el partido”, dice. “Es un equipo que cuando ataca te mata”, subraya en la previa del partido con Olimpo, a las 19.45, y que se transformará apenas en un trámite, una excusa para gritar, ahora dentro de la cancha, finalmente Dale campeón.