[¡CUIDADO! A CONTINUACIÓN, SPOILERS DE BARBIE]
¿Quién dijo que ser Barbie era fácil? Hasta la vida en plástico, por muy fantástica que sea, tiene sus inconvenientes. Lo que sí es fantástico es adentrarse en Barbieland de la mano de Greta Gerwig, Margot Robbie y Ryan Gosling, el trío que acaba de reventar la taquilla mundial con el salto de la muñeca de Mattel a la gran pantalla.
Tras conquistar a la crítica internacional, Barbie ha teñido de rosa las salas de todo el mundo en su lucrativo primer fin de semana de estreno, una conquista en clave feminista (y musical) que ha superado las expectativas y ha hecho explotar la fiebre fucsia.
El viaje de autodescubrimiento de la rubia de Margot Robbie, una travesía de Barbieland al mundo real, ya es un éxito y el público no puede dejar de hablar de la canción que suena en el coche de la protagonista, la adorable señora que comparte un tierno momento con ella en el filme o el tema musical de Ken.
A continuación, recopilamos los datos más curiosos de la película para conocer a fondo ese paraíso colorido en el que las ‘Barbies’ mandan, la ‘Kenergía’ se deconstruye y Allan (Michael Cera) es el aliado definitivo.
Los regalos de Margot Robbie a Ryan Gosling
Aunque cueste creerlo, Ryan Gosling, ‘robaescenas’ oficial de Barbie, se hizo de rogar a la hora de aceptar el papel de Ken. Dudaba de su ‘Kenergía’, pero Gerwig y Robbie lo querían a él, por lo que esta última optó por prometerle un regalo diario durante el rodaje si se embarcaba en el proyecto.
Dicho y hecho: aunque Gosling dudaba de que su compañera fuerza capaz de mantener su palabra, la rubia lo agasajó todos los días con detalles inspirados en Ken, desde un collar de caracoles marinos hasta un libro de caballos.
“Lo leí y me encantó. Pensé que sería una gran película”, ha contado Gosling sobre la lectura ecuestre (vía The New York Times).
“Barbie” agotó las existencias de color rosa
La Barbieland que aparece en la película está inspirada en la arquitectura modernista que puso en pie Palm Springs a mediados de los 50. Gerwig ha contado que fue muy importante para ella “no olvidar lo que me hizo amar a Barbie cuando era pequeña”, y este recuerdo estaba impregnado de color rosa.
“El color rosa fue central en la película”, ha asegurado, de ahí que se emplearan cantidades industriales del tono fluorescente de la pintura Rosco. Según ha explicado la diseñadora de producción Sarah Greenwood, este uso provocó que hubiera escasez a nivel nacional de la pintura. “El mundo… se quedó sin rosa”, ha afirmado.
“Barbie” usó efectos prácticos en lugar de CGI
Greta Gerwig ha insistido durante el tour promocional del filme en que no quiso abusar con el empleo de CGI, tan extendido en las superproducciones actuales, en Barbie. Así, se inspiró en los efectos especiales del cine de los años 50 para su Barbieland de cartón piedra, con la intención de que el escenario pareciera sacado de los juguetes de nuestra infancia.
Sin duda, una de las secuencias en las que más lucen estos efectos es aquella que nos muestra el viaje de la protagonista de Barbieland al mundo real, una travesía que la conduce por diversos escenarios, del desierto en coche al mar en lancha, de un paisaje helado en moto de nieve a un prado en bici, del espacio en cohete a la playa de Los Ángeles en patines. Y sin usar CGI.
La canción que suena en el coche de Barbie
Ya sabemos que a la banda sonora de Barbie le sobran nombres propios. En una playlist en la que se agolpan Dua Lipa, Karol G, Nicki Minaj y Ice Spice, entre otros, hay poco margen para más sorpresas. Sin embargo, la película se ha guardado un as en la manga con un tema que se cuela en el metraje, entonado por la propia Robbie.
Se trata de la canción que suena en la radio del coche de Barbie cuando esta se dirige al mundo real y no es otra que Closer to Fine, del dúo de folk-rock Indigo Girls, compuesto por Amy Ray y Emily Saliers. Es un himno perfecto para la protagonista, reflejo del viaje de autodescubrimiento que emprende en el filme.
La canción de los ‘Kens’ en la playa
Hay otra canción de finales del siglo XX que Barbie recupera, esta vez entonada por los ‘Kens’. En una secuencia crucial, justo cuando las ‘Barbies’ ponen en marcha su plan para recuperar el control de Barbieland (o Kendom), manipulan a los ‘Kens’ para compartir una cita nocturna en la playa. En el arduo encuentro, sus enamorados les dedican durante cuatro horas Push, de la banda de rock alternativo Matchbox Twenty.
Aquí tenemos otra elección musical significativa, vinculada a la trama del filme, una canción con la que Ken se identifica tras haber creído encontrar sentido a su vida a través del patriarcado. “I don’t know if I’ve ever been good enough” (“No sé si alguna vez he sido lo suficientemente bueno”), canta el protagonista, dejando al descubierto su crisis de identidad y sus miedos en un mundo de ‘Barbies’.
El musical de ‘I’m Just Ken’ fue idea de Ryan Gosling
Margot Robbie ha tenido que tararear para el filme, pero Gosling es parte de la banda sonora con su pegadizo tema I’m Just Ken, en el que su personaje abre su corazón y grita todas sus inseguridades. La escena musical que acompaña al tema en la película fue cosa de Gosling (vía People).
Mark Ronson, productor de la banda sonora del filme, compuso el tema justo después de leer el guion de Gerwig y Noah Baumbach. “En nada se me ocurrió la letra: ‘I’m just Ken / Anywhere else I’d be a 10’ (Soy simplemente Ken, en cualquier otro lugar sería un 10)”, ha contado a Vanity Fair. Gosling pronto conectó con la composición e insistió a Greta en que reescribiera una secuencia en torno al tema. ¿El resultado? Una secuencia musical maravillosa.
El musical de Ken tiene referencias de cine
La secuencia musical de I’m Just Ken arranca en el Mojo Dojo Casa House de Ken, con este preparándose para la batalla contra los otros ‘Kens’. Pronto los veremos lanzarse Frisbees en la playa antes de cambiar de escenario y protagonizar un número musical brillante, lleno de referencias cinematográficas.
Para empezar, es inevitable pensar en West Side Story en la batalla playera entre ‘Kens’, con unos movimientos a medio camino entre el baile y la lucha. Además, el escenario en tonos pastel en el que los ‘Kens’ danzan totalmente sincronizados recuerda a Gene Kelly y Cyd Charisse en Cantando bajo la lluvia; y, en esa misma secuencia, Gosling parece imitar el atuendo de John Travolta en Grease, una de las imágenes que se cuela en su iniciación al patriarcado en Los Ángeles.
Todas las películas que han inspirado “Barbie”
Barbie es una suma de referencias cinematográficas (vía TIME): la película reformula el prólogo de 2001: Una odisea del espacio, la historia es una mezcla de El mago de Oz y Matrix; Robbie se basa en la protagonista de Katharine Hepburn en Pecadora Equivocada, la rutina mañanera de la protagonista bebe de Clueless y Un americano en París, y la estética se inspira en el rosa de las películas de Jacques Demy o la artificialidad de The Truman Show.
El guion de Gerwig menciona de forma explícita El resplandor, se ríe de los hombres a costa del El padrino y lanza indirectas a La Liga de la Justicia de Zack Snyder (si nos metemos con Mattel, también nos metemos con Warner). En cuanto a los looks de los protagonistas, le debemos el abrigo de visón de Gosling al Sylvester Stallone de los años 70.
¿Quién es Ann Ruth, la señora del banco?
Los ejecutivos de Warner estuvieron cerca de dejarnos sin una de las escenas más conmovedoras del filme, aquella en la que Barbie, ya en Los Ángeles, conecta con una montaña rusa de sentimientos humanos y comparte una tierna interacción con una señora sentada en un banco. “Eres preciosa”, le dice la muñeca. “Lo sé”, contesta la anciana, riéndose.
La mujer no es otra que la diseñadora de vestuario Ann Ruth, ganadora del Oscar en dos ocasiones: en 1996 por El paciente inglés y en 2020 por Ma Rainey’s Black Bottom. Esta leyenda de Hollywood, con más de seis décadas de carrera a sus espaldas, ha participado en títulos tan aclamados como Perdidos en la noche (1969), El talentoso Sr. Ripley (1999), Las horas (2002) o Margot y la boda (2007), de Noah Baumbach, pareja de Gerwig y coguionista de Barbie.
Ruth Handler, la creadora de Barbie, y su actriz
Barbie tampoco se olvida de homenajear a Ruth Handler, la mujer que creó a la muñeca y dueña de Mattel, la empresa de fabricación de juguetes que poseía con su marido, Elliot Handler. Esta mujer adelantada a su tiempo quiso que las niñas dejaran de jugar a ser madres con bebés de plástico y les permitió soñar con un futuro a través de un juguete adulto, Barbie, que podía ser lo que quisiera.
Handler se cuela en el filme de Gerwig en dos escenas de suma importancia en la narrativa: la primera, cuando la protagonista huye de Mattel, desencantada de que la empresa esté liderada por hombres; y después, en los últimos minutos, cuando recuerda a Barbie que puede ser lo que quiera ser, que ella solo está ahí para que vea lo lejos que ha llegado. La interpreta Rhea Perlman, mujer de Danny DeVito y matriarca en Matilda.
“Sí se puede” en Barbie
A Barbie le sobran alivios cómicos, pero, sin duda, el personaje de Ryan Piers Williams, marido de Gloria (America Ferrera), es el gag recurrente. Williams, que también está casado con Ferrera en la vida real, se mete en la piel de un esposo entregado al aprendizaje de la lengua española en una app de idiomas. Así, lo vemos practicar su pronunciación con palabras y frases como “bolígrafo”, “orgulloso” o “sí se puede”.
Esto último lo dice en los minutos finales de la producción, cuando la familia acompaña a Barbie a su primera cita con el ginecólogo después de que la protagonista opte por dejar Barbieland y ser humana. Se trata de la traducción del lema de la campaña de Barack Obama de 2008, “Yes, we can”. Sin ir más lejos, Gloria le responde que es un eslogan político y su hija Sasha (Ariana Greenblatt) subraya que es “apropiación cultural”.
‘Barbies’ y ‘Kens’ retirados del mercado
No todo son ‘Barbies’ exitosas y ‘Kens’ celosos en el fantástico mundo de Barbieland. La película de Gerwig también recuerda a todos esos muñecos del universo Barbie que han sido retirados del mercado a lo largo de las seis décadas de vida de la protagonista. Entre ellos, están Midge (Emerald Fennell), la embarazadísima amiga de Barbie, y marido Allan (Michael Cera), cuyas ventas cayeron después de que los clientes se quejaran de que ella promovía el embarazo adolescente.
El filme también muestra a Barbie Video Girl, que tenía una cámara en el collar y una pantalla en la espalda; Growing Up Skipper, la hermana de Barbie, a la que le crecía el pecho; Earring Magic Ken, abrazado por la comunidad LGBT; Sugar Daddy Ken, acompañado de su mascota, llamada Sugar; y Tanner, un perro que defecaba. Todos fueron desapareciendo de las estanterías.