El entrenador de Boca, Guillermo Barros Schelotto, aceptó que la postergación de la primera final de la Copa Libertadores frente a River fue lógica porque “iba a estar difícil jugar en un campo que tenía mucha agua”.
“Queríamos jugar hoy, el tiempo no lo permitió, pero ojalá que se pueda jugar mañana. Jugar no se podía, iba a estar difícil porque había llovido mucho, el campo tenía agua, después de las 17:30 volvió a llover fuerte. Se mantiene la ansiedad, desde este partido hasta el Monumental va a haber tiempo entonces iba a haber mucha expectativa, entonces se estiró un poco más”, explicó en declaraciones a la prensa luego del entrenamiento en el complejo “Pedro Pompilio”.
Asimismo, ante los rumores sobre un posible interés de River para postergar el encuentro hasta el sábado próximo, Barros Schelotto eligió mantenerse en “lo que dice el reglamento y acatar lo que diga”.
“Los jugadores de Boca también van a llegar mejor, son especulaciones que no sé si sirven o no. Tenemos que preparar el partido más allá que jueguen Ponzio o Scocco”, afirmó.
A diferencia de la opinión de su técnico, el delantero y referente Carlos Tevez afirmó que la cancha “estaba para jugar”.”Estaba bien la cancha, había aguantado bien por el agua que había caído. Estaba bien para jugar. Nos pararon en el ascensor para avisarnos que a las 17 no se jugaba”, indicó en declaraciones a la prensa.