Boca Juniors, sólido líder de la Superliga, visitará mañana a San Lorenzo en un clásico que históricamente se le presentó desfavorable y que será el encuentro más trascendente que propone la fecha 14.
El Xeneize tiene 33 puntos, seis más que San Lorenzo, e irá al “Nuevo Gasómetro” en busca de un triunfo que le otorgaría mucha tranquilidad, aunque enfrente estará un rival que siempre lo complica y lo domina en el historial con una decena de partidos de ventaja, ya que el “Ciclón” le ganó 73 veces contra 63 y hubo 49 empates al cabo de 185 partidos.
Esa historia adversa es lo único que autoriza a pensar en un resultado desfavorable para Boca, que llega en un mejor momento, más consolidado como equipo y con el envión anímico que significó haber reiniciado el torneo con un triunfo como local sobre Colón (2-0) en la noche que regresó un ídolo del club como Carlos Tevez, quien le puso punto final a su excursión por el fútbol de China para regresar a su casa.
El entrenador boquense, el mellizo Guillermo Barros Schelotto, no definió si repetirá en el clásico la formación que superó la semana pasada a los santafecinos, debido a que se recuperó el capitán Pablo Pérez de la distensión que sufría en el sóleo izquierdo y que le impidió jugar, y eso motivará cambio de nombres y de esquema.
De manera que el Mellizo dejaría de lado el sistema 4-3-2-1 que utilizó ante Colón y volvería a su clásico 4-3-3 con el ingreso del rosarino Pérez en lugar de Walter Bou, aunque en puestos distintos.
Es que Pérez se sumará al mediocampo junto al colombiano Wilmar Barrios y el uruguayo Nahitan Nandez, la figura en el triunfo sobere Colón, y en ofensiva jugarán el cordobés Cristian Pavón, Tevez como centrodelantero (el puesto que había ocupado Bou) y el colombiano Edwin Cardona más adelantado que la semana pasada.
(Con información de Telam)