Boca Juniors sigue ganando y por ende encabezando la Superliga con comodidad, así como también cada victoria está rodeada de un funcionamiento desigual entre ataque y defensa, lo que lo lleva a generar dudas respecto de los resultados hasta al final mismo de cada cotejo, tal como sucedió hoy con el triunfo por 4 a 2 sobre San Martín, de San Juan, por la 17ma. fecha del certamen.
Es que esta noche en la Bombonera el “xeneize” demostró una vez más que cuando se le encienden las luces en los últimos 30 metros es el equipo de una gran potencia y efectividad ofensivas, pero a su vez convive con las dificultades para cerrar los encuentros por sus lagunas defensivas.
Pero esta vez en Boca varias individualidades recuperaron el nivel que impulsaron al equipo al liderazgo del certamen, tales los casos de Cristian Pavón, Edwin Cardona y Wilmar Barrios.
En cuanto a Tevez, le bastó con algunas pinceladas en el arranque del encuentro para encaminar el desarrollo del encuentro, aunque en el primer tanto estaba en off side, algo que fue ignorado por el línea Lucas Germanota.
Pero del prematuro 2 a 0 a los ocho minutos (Pavón, que se retiró lesionado y generó preocupación, señaló el segundo) al descuento de San Martín a los 12, que trajo aparejado un momento de duda para Boca, a punto estuvo de llegar la paridad de los sanjuaninos, pero lo impidió el arquero Agustín Rossi.
Ese cuarto de hora inicial frenético en el que los locales también padecieron la pelota parada con el descuento de palomita del uruguayo Alvaro Fernández, hacía presagiar más emociones enla media hora que faltaba, pero a partir de allí el partido perdió dinámica y se vio lo peor de este Boca partido, que hace temblar al rival cuando ataca y a sus propios hinchas cuando defiende.
Y de hecho esta situación se repitió durante la mitad del segundo período, lo que le permitía a los verdinegros soñar con el empate cada vez que atacaban, algo a lo que se fueron animando cada vez más conforme transcurrían los minutos.
Pero cuando a los 23 minutos otro uruguayo como Alvaro Ferńandez, pero que vestía la camiseta de Boca, el joven volante Nahitan Nández, puso a su equipo otra vez dos goles arriba, pareció que la historia estaba consumada.
Sin embargo San Martín no se arredró, siguió buscando con ánimo de alcanzar el descuento, en este caso ayudado por otro jugador oriundo de Uruguay como Maximiliano Rodríguez, que a los 42 minutos y cuando todo parecía cosa juzgada, al punto que Guillermo Barros Schelotto había hecho ingresar a Ramón Ábila, jugador al que decididamente no quiere, para que aplaudieran a Tevez, dibujó en el ingreso al área “xeneize” y con un “pincel” habilitó a Claudio Spinelli para un nuevo descuento.
Después de esa conquista y sin nada por perder pero mucho por ganar, San Martín se fue a las barbas de Agustín Rossi en pos de una paridad que ya no se parecía a una quimera, pero en ese afán se descuidó atrás y “Wanchope” facturó para asegurar el triunfo y gritar ese tanto con el gesto de una clara descarga ante la indiferencia de su entrenador.
Y fue triunfo de Boca nomás. Otra victoria deslucida ante un equipo sensiblemente inferior en presupuesto y jerarquía, tal como ocurrió con Temperley tres fechas atrás, o la cuarta división de Banfield en la jornada anterior (a ambos les ganó 1 a 0 “raspando”).
A partir dela próxima semana Boca empezará con la doble competencia y tendrá que poner cuerpo y cabeza en la Superliga y la Libertadores, nada menos. Llegó entonces el momento de saber su Barros Schelotto y sus dirigidos están a la altura de las circunstancias o este liderazgo en el campeonato local es simplemente y solamente eso: una circunstancia.
(Con información y foto de Telam)