El juez federal Claudio Bonadio valoró la ley del arrepentido y consideró que la de extinción de dominio no hace falta.
“A la ley del arrepentido no le tenía fe”, admitió Bonadio, en referencia a la legislación 27.304, aprobada en octubre de 2016 y que modificó el Código Penal para crear la figura del “imputado colaborador” para “los partícipes o autores por algún delito de los detallados a continuación en este artículo, cuando durante la sustanciación del proceso del que sean parte, brinden información o datos precisos, comprobables y verosímiles”. “Sirvió mucho”, consideró.
A pesar de valorar la ley del arrepentido, Bonadio advirtió que la normativa presenta algunas fallas porque el fiscal no puede definir las penas ni la excarcelación del imputado y, por ende, tiene menos “herramientas de negociación” y “se debilita”.
El magistrado a cargo de la denominada “causa de los cuadernos”, que tiene más de 20 imputados incorporados a la causa como “imputados colaboradores”, habló en una conferencia por “lavado de activos y financiamiento del terrorismo en la Triple Frontera”, realizada en el Regimiento de Patricios: “Estamos cada vez más preparados para desentrañar los manejos financieros de lavado de dinero”, sostuvo Bonadio.
Boandio anticipó que el juzgado Criminal y Correccional N° 11 a su cargo está a punto de decomisar “muchas propiedades”. “Con las normas vigentes, se puede ordenar el decomiso de bienes, que en la práctica es la extinción de dominio”, sostuvo el magistrado.
“La cooperación internacional es de suma importancia para llevar adelante las investigaciones de lavado de activos”, agregó.