Diario Vivo visitó el mayor encuentro de consumo responsable de la Argentina, la Bioferia desarrollada el 24 y 25 de noviembre en el Predio Dorrego, y fue testigo de la emergencia de la llamada “economía circular” y las virtudes de la economía colaborativa. En medio de un clima distendido y familiar, con buena música y actividades lúdicas, los vecinos de la ciudad conocieron proyectos que apuntan a un mundo más consciente y sustentable. En la puerta ya se respiraba una lógica diferente a la del descarte o los esquemas competitivos. Los visitantes que se acercaban en bicicleta, traían un aparato electrónico en desuso o una botella de aceite vegetal usado entraban gratis. Bastaba con ordenar el aporte en las cajas dispuestas para esto antes de entrar. Los que preferían podían también abonar una entrada.
Adentro, había muchas cosas importantes y muy pocas superfluas. Muchos emprendimientos sustentables distribuidos en más de 200 stands, simples, sin cosas de más, enfocados en lo esencial de sus propuestas. Muchos rubros dentro del mismo universo, como alimentación, moda eco, arquitectura sustentable, eco turismo, movilidad, deco y hogar, salud y bienestar y tecnología. Mucha interacción, emprendedores explicándole a curiosos cómo hacían sus productos, trueques de direcciones de whatsapps o tarjetas de papel ecológico, expositores que se cruzaban a ver “qué onda” lo que ofrecían enfrente. Muchos chicos, algunos bailando, otros jugando en casitas, pintando, participando de talleres de huerta, todos sin saberlo dándole el sentido a esa comunidad preocupada en el legado futuro. Mucha ganas de co-hacer las cosas bien. Y mucha conexión efervescente, entre visitantes, emprendedores, áreas gubernamentales y ONG´s. En este sentido, cabe destacar el apoyo de múltiples referentes con peso en el sector, como Ecomania, Greenbondi, Bioplástico, Sistema B, Ofelia, Sunshine Lab, SocialLab, Asociación de moda sostenible, GreenVivant, Mayma, Semillas, entre otros.
Como aliado gubernamental, el gobierno de la ciudad de Buenos Aires impulsó en la feria la campaña “Misión al Plato” (#LaComidaNoEsBasura) para concientizar a la población sobre el problema del desperdicio de alimentos y transformar sus hábitos. En el mundo se desperdician un tercio de los alimentos que se producen. Y los hogares porteños no son ajenos a esta estadística, dado que sus desechos alimentarios representan casi la mitad de los Residuos Sólidos Urbanos. Esto equivale a 9 millones y 500 mil kilos (9500 toneladas) de alimentos tirados cada año (sumando Frutas y verduras, lácteos, panificados y comidas preparadas) según datos del ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad. Por todo esto, en la feria se difundió información (a través de charlas, contenidos audiovisuales y materiales impresos) para aprovechar mejor la comida. Esto abarcó desde recetas de cocina para sacarle mejor el jugo a todo (panes del día anterior, cáscaras de naranja o el chorizo del asado del día anterior) hasta consejos para reutilizar restos de frutas y verduras para compost.
En otro orden, aunque también en la columna de las frutas y verduras, el evento sirvió como lanzamiento oficial de Eticaterra, un mercado justo de alimentos agroecológicos que pretende transformarse en un nuevo referente de la economía colaborativa. “Estamos arrancando, es un delivery de cosechas de estación, frutas y verduras, productos de almacén, vinos, quesos y conservas”, les decía Nito Anello (uno de los impulsores) a quienes se acercaban a comprar
tomates, chauchas y manzanas al stand. “Lo copado es que, por un lado, les pequeñes productores pueden llegar de manera directa al consumidor y cobrar entre 3 y 5 veces más por su trabajo. Y, por otro lado, les consumidores pueden acceder a productos de calidad, libres de agroquímicos y pagar un precio transparente”, explicaba con entusiasmo Daniel Benzaquen (su actual director) en el mismo lenguaje inclusivo que asumieron adoptar en toda la comunicación de la marca. “Tenía bastante miedo con la feria porque habíamos traído 40 cajones y no sabíamos qué iba a suceder. Pero vendimos todo y nos llevamos muchos contactos”, concluyó.