La Defensoría del Pueblo de la Ciudad presentó un proyecto en la Legislatura porteña para que sean eliminados los pizarrones tradicionales de las aulas de las escuelas públicas y propone su reemplazo por pizarras blancas a fin de reducir el factor de riesgo en la salud de los docentes que representa el polvo de la tiza.
La iniciativa busca “mitigar o disminuir” la exposición al polvo de la tiza por parte de los trabajadores de la educación.”Los docentes expuestos al polvo de la tiza pueden tener hasta cinco veces más riesgo de padecer afonías, infecciones respiratorias frecuentes, sintomatología en las vías altas, sibilancias y bronquitis crónica”, detalla el texto impulsado por la Defensoría.
En base a un estudio del Centro de Investigación en Salud Laboral de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, el proyecto agrega que estas patologías fueron asociadas a “ciertas condiciones del uso de tiza y otras relacionadas con sacudir frecuentemente el borrador”.
