El ministro de Producción, Francisco Cabrera, admitió que fue “una sorpresa” la “magnitud” del arancel a la importación al biodesidel argentino de parte del gobierno estadounidense, y consideró que esa medida “ha puesto a la política de Estados Unidos en una posición de offside con la Argentina y quedamos en mejores condiciones para negociar otras cosas”.
En materia de reforma laboral, Cabrera reiteró que “es muy poco probable que podamos hacer algo parecido a Brasil, por ejemplo porque ellos tiene sindicatos débiles”.
Por otra parte, el funcionario prevé que “el tipo de cambio va a estar estable por mucho tiempo y el foco de competitividad deberá ponerse en otros temas”.
En una entrevista publicada hoy por el diario La Nación, el ministro señaló también que continuarán los acuerdos sectoriales de competitividad al evaluar que “es una herramienta para mejorar la productividad y funciona muy bien para todos”, y adelantó que “el próximo (convenio que se firmará) será el de madera y muebles”.
Sobre la aplicación de aranceles a la importación de biodiesel argentino, que van del 50 al 64 por ciento, Cabrera planteó: “Fue una sorpresa la magnitud del arancel. Sabíamos que iba a haber un arancel preliminar y luego, una negociación entre privados, pero este arancel, al ser tan alto, no incentiva al sector privado americano a sentarse a discutir“. “Pensábamos que iba a estar en alrededor de 23 por ciento. Presentamos la queja formal y el secretario de Comercio de EE.UU. me dijo que tomaría riendas en el asunto”, agregó.
El ministro sostuvo que el gobierno va a “seguir defendiendo la exportación de biodiesel en un mundo que va a privilegiar las energías renovables”, y añadió que “desde lo económico, si no se exporta biodiesel se exportará aceite de soja, con un precio muy parecido”.
En otro orden, consultado sobre cuándo se concretará el ingresos de carne porcina de EE.UU. al país, Cabrera explicó que “falta acordar temas del protocolo sanitario” pero defendió la medida al alegar que “es positivo cualquier acuerdo por productos agrícolas, porque les permite a ellos colocar productos aquí, y a nosotros allí”. “Nos interesa EE.UU. como comprador, porque eso abre otros mercados”, enfatizó.
Sobre la marcha de la industria, destacó que la actividad manufacturera empezó a repuntar en mayo y que la perspectiva es que siga creciendo, aunque reconoció que algunos sectores, como el textil, aún no lograron revertir la caída.
En ese caso puntual, planteó que “nadie cree que el verdadero problema sea la importación” sino que “es el consumo y el precio de la indumentaria en el país”, y ratificó que el gobierno tiene previsto enviar un proyecto de ley al Congreso que buscará reducir las contribuciones patronales en ese rubro como medida de incentivo. “Es uno de los sectores con mayor informalidad y en la actividad de confecciones, el 70 por ciento de los trabajadores está en negro”, indicó.
(Dyn)
