En la Argentina, el cáncer de mayor incidencia en las mujeres es el de mama, con una tasa de 71 casos por cada 100.000 mujeres. Se estima que, al final de este año, se habrán diagnosticado con este tipo de tumor a 21.000 mujeres. En este contexto, la noticia alentadora es que, en nuestro pais, la mortalidad viene en baja de manera sostenida: entre 2013 y 2016, este índice bajó 2,1 por ciento de manera anual. Sin embargo, las organizaciones de la sociedad civil advierten de un déficit: poco se sabe de los casos en estado avanzados, muchos de los cuales están asociados a un diagnóstico tardío.
“Lamentablemente en la Argentina no tenemos números, esos son datos que se necesitan para políticas publicas de salud”, dijo María Gabriela Berta, directora ejecutiva de la Fundación para la Investigación, Docencia y Prevención del Cáncer (FUCA). “Es un grupo que tiene muchas falencias”, agregó Berta, acerca de las mujeres que llegan a los estadios avanzados de cáncer por un diagnóstico tardío o por una recurrencia de la enfermedad.
La problemática atraviesa a toda la región y, en este sentido, FUCA, Junto con la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer (LALCEC), y el Movimiento Ayuda Cáncer de Mama (MACMA), y otras 22 organizaciones de la sociedad civil de Latinoamérica participaron en la definición de las prioridades de las pacientes con cáncer de mama avanzado o metastásico y en la elaboración de un documento regional y de otro específico para la Argentina.
“Entre este grupo de asociaciones lo que detectamos es que hay muchas mujeres enfrentando esta situación y que es un grupo que recibe poca atención o poco acompañamiento o valoración de su situación”, señaló Berta a Diario Vivo. “Lo que ocurre es que a algunas mujeres se les diagnostica cuando ya es metastásico y por supuesto el pronóstico es mucho peor. No tenemos números exactos de para saber que porcentaje de mujeres se diagnostican con un cáncer de mama avanzado. En países menos desarrollados puede ser hasta un 30 por ciento”.
Entre los puntos del documento con prioridades para mejorar la atención del cáncer de mama avanzado, las organizaciones de la Argentina señalaron para nuestro país la necesidad de mejorar la calidad de vida de las pacientes en la práctica clínica, aumentar la disponibilidad y el acceso a la atención multidisciplinaria, incluida la asistencia paliativa, de apoyo psicosocial para pacientes, familias y cuidadores; mejorar la disponibilidad de la epidemiología robusta y los resultados de los datos de cáncer de mama avanzado/metastásico; proporcionar herramientas de información, específicas y precisas de cáncer de mama avanzado y ofrecer un entrenamiento en destrezas de comunicación a todos los profesionales de la salud.
“Buscamos abordar las brechas en la atención, el acceso a los recursos y el apoyo y los resultados de los tratamientos, temas sobre los que giran las expectativas y las inquietudes del día a día de las personas con cáncer de mama avanzado”, afirmó por su parte Marta Mattiussi, presidenta de MACMA.
“A pesar de que hubo un progreso significativo en el abordaje temprano del Cáncer de Mama, aún existen brechas importantes en el tratamiento y manejo del Cáncer de Mama Avanzado/Metastásico, una enfermedad de la que casi el 50 por ciento de los casos y el 58 por ciento de las muertes ocurren en países menos desarrollados. Por eso, y debido a que representa el principal cáncer en las mujeres en todo el mundo y que está aumentando especialmente en los países en desarrollo donde la mayoría de los casos se diagnostica en etapas tardías, consideramos que había una necesidad que no podía esperar y decidimos trabajar mancomunadamente delineando las principales problemáticas y proponiendo acciones concretas para mejorar la situación de nuestras pacientes”, remarcó Berta.
En opinión del médico Matías Chacón, presidente de la Asociación Argentina de Oncología Clínica (AAOC), “el cáncer de mama metastásico sigue siendo una realidad. Probablemente, en un futuro no muy lejano, este escenario sea sólo un recuerdo. El abordaje hoy en día de pacientes viviendo esta etapa de la enfermedad se realiza en conjunto, desde el extremo científico donde confluyen el conocimiento y la innovación, hasta el pilar fundamental que radica en el afecto y el buen vivir. El objetivo es seguir mirando al futuro, pero viviendo el día de hoy. Ese es nuestro mensaje para los pacientes, familia y amigos”.