Cualquier mujer puede prevenir la aparición del cáncer de mama de dos maneras: llevar adelante una serie de hábitos saludables (que además ayudan en la prevención de otras enfermedades) y, peródicamente, realizarse una mamografía.
Como ocurre con otras patologías, siempre es aconsejable la adherencia a pautas de estilo de vida saludable. El ejercicio físico aeróbico (por ejemplo, caminar durante 50 minutos al menos 3 veces por semana) puede operar en la reducción de riesgo de este tipo de cáncer, especialmente en la postmenopausia. No fumar, llevar una dieta on alto consumo de frutas y vegetales, moderar la ingesta de alcohol, y mantener un peso dentro de los límites normales son otras de las recomendaciones fundamentales.
A la hora de la visita a un profesional de la salud, la mamografía sigue siendo una de las herramientas más importantes en la detección precoz del cáncer de mama. “Es un grave error menospreciar los beneficios de estos estudios –subraya Ignacio Mc Lean, jefe del Centro Mamario del Hospital Universitario Austral-. Las mamografías salvan vidas. Esta práctica torció la historia del cáncer de mama desde la década del 70, con estudios ampliamente probatorios. La mamografía bajó en un 30 por ciento el resultado de muerte por este cáncer”.
Claro que hay casos más leves y otros muy agresivos, agrega el especialista. Algunos se desarrollan a gran velocidad, casi entre mamografía y mamografía, de un año para el otro. Pero no constituyen la mayoría. “La detección precoz salva vidas, porque se encuentra al cáncer en un estadío de apenas desarrollo”.
La detección precoz salva vidas
Reforzar la prevención es el camino para aumentar la tasa de sobrevida. Un breve resumen para tener en cuenta:
• Cuidarse en la alimentación, evitar dietas ricas en grasas.
• Atacar el tabaquismo y la obesidad.
• Hacerse una mamografía anual luego de cumplidos los 40 años.
• En casos especiales, iniciar los controles a los 30 años. Ejemplo: mujeres que cuentan con antecedentes familiares de este cáncer o de otros asociados como el de ovarios.
• Una muy pequeña cantidad de mujeres presenta trastornos hereditarios con alteración genética y altísimo riesgo de cáncer de mama. Estas mujeres deberán tomar medidas de prevención distintas, incluso hasta quirúrgicas (el caso de Angelina Jolie). “Pero son casos especiales estudiados por mastólogos”, puntualiza Ignacio Mc Lean.