Una de las conferencias que más atención acaparó durante el 44° Congreso Argentino de Cardiología no estuvo relacionada directamente con enfermedades como el infarto agudo de miocardio o la presión arterial. El tema, sin embargo, atraviesa a muchas de las especialidades en medicina: el cannabis medicinal que, tras ser aprobada una ley, todavía es una fuente de polémica entre quienes apuran el uso de los derivados de la planta y los especialistas que piden paciencia y cautela para conocer mejor sus efectos.
En este sentido, Diego Sarasola, director del Programa Nacional para el Estudio y la Investigación del uso terapéutico del cannabis, fue claro en su exposición sobre el uso de los derivados de la marihuana: “No es una molécula inocua, no es algo que la madre la puede dar al chico sin ningún tipo de problemas, sino que debería estar bajo control médico”.
Sarasola, quien reconoció que a diario vive una “batalla” debido a la presión social que hay en torno al uso medicina del cannabis, explicó que los cannabinoides “son sustancias con principio activo y toda sustancia con principio activo tiene también efectos adversos y puede tener interacciones”.
“Me encuentro con mucho pensamiento mágico, con el mito de lo natural, de que las cosas por ser naturales son buenas y lo artificial es malo, que le ha hecho mucho daño a la medicina”, dijo el especialista en Psiquiatría y Psicología Médica. En este sentido, Sarasola añadió: “Hoy estamos tapados de relato y con poca evidencia medica seria. La hay, pero es mucho más limitada que el relato que se escucha por los medios de las madres hablando maravillas del cannabis medicinal”. “La limitación viene por la evidencia que es poco clara, por las moléculas que no son homogéneas, entonces difícilmente se pueda hacer un ensayo comparativo, cuando tengo moléculas de las cuales ni siquiera se la concentración exacta, y también por la calidad de los reportes”.
El médico y funcionario también aclaró que el cannabis “no es paco” pero que tampoco es el “tónico del lejano oeste” que se ve en las películas, usado para múltiples dolencias.
“Quizá la evidencia más seria es el ultimo trabajo del European Journal of Internal Medicine, que nos habla de evidencia sustancial en dolor crónico en adultos, vómitos en quimioterapia, y la espasticidad en esclerosis múltiple. No la esclerosis múltiple, la espasticidad, que es uno de los síntomas más frecuentes”. La misma investigación, además, mostró “evidencia moderada” en el tratamiento de la epilepsia refractaria infantil.
“El mundo enfrenta el mismo problema que nosotros, que es que la política y la demanda en los grupos de presión empuja a la ciencia”, señaló Sarasola, quien pidió “tener calma, paciencia, y esperar” los resultados de las investigaciones. “Los derivados del cannabis son una alternativa terapéutica limitada actualmente”, concluyó el especialista.