Chacarita volvió a instalarse en el fútbol grande, a siete años de su última incursión en Primera División, y a falta de dos para el cincuentenario del máximo logro que consiguió en su historia: el Metropolitano de 1969.
Fue un último partido sufrido para Chacarita, que lo perdía ante Argentinos, el campeón y también por lejos el mejor equipo por juego, pero en Puerto Madryn, Brown no pudo quebrar a Boca Unidos y no logró llevar la definición a un partido de desempate.
Chacarita terminó a once puntos del campeón y dos por sobre Brown, gracias a un buen funcionamiento del equipo que dirigió Walter Gastón Coyete, con una línea de juego definida y en el que tuvo gran protagonismo Nicolás Oroz.
Ese volante enganche fue el gestor de juego del equipo y cuando el se perdió en la nebulosa, Chacarita perdió rendimiento. Oroz jugó dos años a préstamo y ahora ya no le quedará más tiempo con la Tricolor, ya que Diego Cocca, el entrenador de Racing, lo pidió para integrar el plantel albiceleste.
Rodrigo Salinas fue la gran figura del equipo en la temporada. Con sus 30 goles terminó siendo el máximo artillero de la B Nacional y de todos los torneos de la AFA.