La primera imagen icónica que nos dejó la huelga combinada de SAG-AFTRA y WGA (los sindicatos de actores y guionistas de Hollywood) se originó durante la premiere en Londres de Oppenheimer: la nueva película de Christopher Nolan. Universal adelantó la alfombra roja con el deseo de que el elenco pudiera hacer entrevistas antes de marcharse a los piquetes, y finalmente gente como Cillian Murphy, Emily Blunt, Robert Downey Jr. y Florence Pugh se marcharon en medio del evento. Horas después, se han topado con el férreo apoyo de Nolan.
Vía BBC el director de Tenet asegura comprender a los huelguistas, apoyando la movilización y revelando que no va a volver a trabajar en ningún proyecto (Nolan suele escribir los guiones que dirige) hasta que todo se solucione. “No se trata de mí, ni de las estrellas de mi película”, asegura. “Es importante que todo el mundo entienda que se trata de un momento clave en la relación de los trabajadores y Hollywood”. Oppenheimer se estrena el 20 de julio en Argentina, junto a Barbie, sin que vaya a haber más eventos promocionales hasta la llegada a cines.
“Se trata de actores que trabajan, se trata de guionistas de programas de televisión que intentan sacar adelante a una familia, que intentan llevar la comida en la mesa”, prosigue, mostrándose concienciado con los abusos que “este nuevo mundo de streaming” ha infligido con la connivencia de los productores a guionistas e intérpretes: en materia de salarios, regalías injustas y progresiva incorporación de la inteligencia artificial. “Todavía no quieren pagar adecuadamente a los trabajadores de los sindicatos, y es muy importante que lo hagan”.
“Uno nunca querría una huelga, nunca querría una acción industrial. Pero hay momentos en que es necesaria. Este es uno de esos momentos”, insiste. “También es importante tener en cuenta que hay gente que lleva meses sin trabajar, como parte de la huelga de guionistas, y con la incorporación de los actores, mucha gente va a sufrir”. De este modo Oppenheimer será lo último que sepamos de Nolan hasta que se llegue a un acuerdo, negándose a seguir trabajando en Estados Unidos o Reino Unido.
La opinión de George Clooney y Nicolas Winding-Refn
Las declaraciones de Nolan, muy aplaudidas, han sido replicadas por otras figuras como George Clooney. El caso de esta estrella es especial, pues aparte de ser actor también ha hecho las veces de director, de forma que tiene una mirada muy amplia que le ha encaminado a apoyar a los manifestantes. “Es un punto de inflexión en nuestra industria”, asegura para The Hollywood Reporter. “Para que nuestra industria sobreviva, esto tiene que cambiar”, prosigue, y muestra su apoyo a “estos actores y guionistas que están perdiendo la capacidad de ganarse la vida”.
A Nolan y Clooney también se ha unido alguien de fuera de Hollywood, aunque sea igualmente consciente de su funcionamiento. Nicolas Winding-Refn, cineasta danés, ha mostrado su entusiasta apoyo en Indie Wire. “Básicamente hay que quemarlo todo para que surja de nuevo. Creo que lo que está ocurriendo ahora en la industria es una pieza más de un problema global: las desigualdades y la falta de oportunidades se están elevando por encima de lo que la gente puede aceptar”.
“Lo único que se puede hacer es recordar la Revolución Francesa: le cortaron la cabeza a todo el mundo, y creo que deberíamos intentar evitar ese final”. El director defiende en ese sentido la acción sindical, comparándola con las condiciones de Europa. “Creo que los sindicatos son muy importantes. Creo que los trabajadores necesitan protección, especialmente en la América empresarial. En la Unión Europea tenemos más restricciones y más normas laborales en nuestras directrices gubernamentales, mientras que EE.UU. es como el Salvaje Oeste”.
“Se entiende perfectamente por qué la gente está frustrada y va a la huelga, porque hay que replantearse las cosas, revisarlas. Hay que renegociar y quienes están en contra… bueno, ¿qué están protegiendo? ¿Sólo más riqueza? No tiene ningún sentido”. Por último, el director de Drive alude al streaming en tanto a emisor de un “contenido” que habría ido deshumanizando poco a poco la industria. “Producimos contenidos como negocio, pero rara vez hablamos de por qué”.
“¿Cuál es su significado? Nunca hablamos de por qué hacemos contenidos. Sólo hablamos de hacer más y más contenido y lo más rápido posible, pero eso no es necesariamente un espejo saludable para la sociedad o para nosotros como personas”.
