El nuevo sistema electoral italiano provocó demoras y complicaciones en todo el país en los centros de votación en los que se desarrollan los comicios que se extenderán hoy hasta las 23 (las 19 en Argentina) y en los que más de 46 millones de italianos eligen a los diputados y senadores que conformarán el nuevo gobierno.
En Roma, la municipalidad informó en un comunicado que “las colas registradas en estas horas, también en otras ciudades italianas, se deben en parte a las nuevas operaciones pedidas por las operaciones anti fraude”, en referencia a una nueva etiqueta que se le agrega al voto para blindar su autenticidad.
En la capital italiana, el referente del movimiento animalista Rinaldo Sidoli denunció que en un colegio del barrio de Parioli 36 personas tuvieron que ser reconvocadas para votar luego de que por errores en las boletas hubo que anular esa mesa y vaciar la urna.
En la provincia norteña de Aleesandria, según reporta Repubblica, algunos colegios estuvieron cerrados dos horas por boletas mal impresas.
También en el norte, según difundió la cadena RAI, un hombre de 43 años fue demorado y denuciado por “violación del secreto del voto” cuando el presidente de mesa escuchó el “click” de su teléfono al hacer una foto al voto en un colegio de Seggiano Di Pioltello, una conducta prohibida por la legislación italiana.
Con lluvia en el centro y sur del territorio de la península y buena parte del norte aún con rastros de la nieve que cayó en todo el país en la semana, la participación en las primeras cinco horas había sido menor al 20%, con diferencias de casi siete puntos porcentuales entre el norte y el sur.
Según una estimación de la consultora YouTrend, la afluencia llegará como máximo al 70%, lo que representaría una caída de 5 puntos con respecto al 75,2% de las elecciones de 2013, que habían registrado el mínimo histórico.
Hacia las 16 locales ya habían votado los principales referentes de las fuerzas políticas, incluida la convulsionada votación del tres veces premier Silvio Berlusconi, que fue escrachado por una mujer en topless en Milán.