Muchos recordarán la escena en que Luke Skywalker, el protagonista de Star Wars, en su lucha contra Darth Vader, pierde su mano. Uno de los momentos más importantes en la historia de la saga ahora fue “homenajeado” por los investigadores de la agencia militar estadounidense DARPA que, recientemente, presentó la prótesis de brazo robótico más avanzado que se conozca hasta el momento.
El dispositivo, probado hasta ahora en dos veteranos de la guerra de Vietnam con amputaciones hasta el hombro, permite realizar movimientos y acciones que hasta hace poco eran imposibles para las personas con un brazo amputado. Gracias a Luke (que también hace referencia a Life Under Kinetic Evolution) y a sus sensores de presión, por ejemplo, una persona puede tomar una moneda del piso o agarrar una uva sin aplastarla. Sus desarrolladores incluso aseguraron que hasta se puede taladrar con Luke. Además, incluye movimientos de muñeca y la configuración de seis posiciones de agarre diferente para los dedos.
Luke funciona a partir de las señales eléctricas emitidas por los músculos más cercanos al miembro amputado, que se encarga de interpretarlas para conviertirlas en movimiento. Además, el dispositivo emplea sensores ubicados en el pie, como una forma de aprovechar los movimientos combinados entre los miembros inferiores y los brazos.
Otra ventaja de Luke es que puede adaptar su longitud al cuerpo de cada paciente y, en relación a su funcionamiento, toma la energía a partir de una batería. Por el momento, no se conoce su precio, y solo se sabe que estará destinado a veteranos de guerra.
El desarrollo de Luke comenzó en 2008, a partir de los primeros pasos dados por Dean Kamen, quien pensó el diseño del brazo robotizado. En 2014 fue aprobado por la FDA, la agencia estatal encargado de controlar los medicamentos y los productos sanitarios, y recién ahora llega a los primeros usuarios.