Este año vamos a tener sobredosis de Pinocho: hay tres adaptaciones de la historia del niño de madera por estrenarse durante este 2022. Una es una versión animada de Lionsgate que fue preventivamente denostada por lo rudimentario de sus diseños. Otra es el remake a cargo de Robert Zemeckis del clásico de Disney (con Tom Hanks como Gepetto) que llegaría el 8 de septiembre al streaming. Y la última, y quizás la más seductora, es el Pinocho de Guillermo del Toro. Una película que el director de El laberinto del fauno lleva 15 años intentando sacar adelante, hasta que logró conquistar a Netflix para que se la financie. Esta nueva adaptación del clásico de Carlo Collodi llegaría al catálogo de la plataforma estas Navidades.
Antes, Pinocho se proyectará esta semana en el Festival de Annecy, con grandes posibilidades de que pronto veamos un tráiler oficial. La plataforma ya lanzó en su momento un adelanto de lo que podíamos esperar con el título, animado con trabajoso stop motion, y en vísperas de su primera proyección Vanity Fair le dedicó un extenso reportaje al proyecto, lleno de imágenes de la película. Dicho reportaje viene marcado por las reflexiones de Del Toro sobre la historia. “Siempre me han intrigado los vínculos entre Pinocho y Frankenstein. Ambas historias tratan de un niño lanzado al mundo”, asegura.
“Ambos son creados por un padre que espera que descubran lo que es bueno, lo que es malo, la ética, el amor, la vida y lo esencial por sí mismos. Para mí eso fue la infancia. Tenías que descubrirlo con tu limitada experiencia”.
Se trata del primer largometraje animado del ganador del Oscar por La forma del agua (si no contamos su participación en la serie Trollhunters y derivados), y para desarrollarlo contó con la ayuda de Mark Gustafson, director de animación en El fantástico Sr. Zorro de Wes Anderson. Como cabría esperar, la versión de Del Toro será bastante más oscura de lo que estamos acostumbrados.
Exclusive: @RealGDT’s ‘Pinocchio’ is a bit gothic, a touch monstrous, and more philosophical than you might imagine. “It tackles very deep ideas about what makes us human,” he tells V.F. in this first look: https://t.co/Hpb1TFNW3O
— VANITY FAIR (@VanityFair) June 14, 2022
Fundamentalmente, por el contexto histórico: Del Toro tomó la decisión de ambientar la historia de Collodi en la Italia de entreguerras. Previo a la Segunda Guerra Mundial, el país asiste al auge del fascismo, lo que derivará en cambios muy notables para el argumento clásico. Por ejemplo Pinocho ya no será manipulado para ir a la Isla del Placer, sino que los funcionarios del gobierno intentarán convertirlo en soldado. Pinocho llegará a la vida, así, en “un entorno donde los ciudadanos se comportan con una fidelidad obediente, casi de marioneta”.
Esto conducirá, por último, a una relectura de la obra original. “La fábula siempre me ha parecido a favor de la obediencia”, reconoce Del Toro, así que su Pinocho cambiará esto. “La obediencia ciega no es una virtud. La virtud que tiene Pinocho es la desobediencia”.
En su película, cuya fecha de estreno Netflix no ha concretado más allá de diciembre, tendremos a Pepe Grillo doblado por Ewan McGregor, mientras Gregory Mann pone voz a Pinocho y David Bradley (conocido por ser Walder Frey en Juego de tronos y Filch en Harry Potter) hace lo propio con Gepetto.