Publicada por Random House, llega la esperada novela gráfica del Indio Solari con ilustraciones de Serafín, “Escenas del delito americano”, obra que se desprende del escrito “El delito americano”, que Solari viene escribiendo desde antes de convertirse en la mítica figura del rock argentino.
“El Peregrino llega a una casa de salud dirigida por un tal Semasendhi, en la que éste hospeda a un grupo de freaks notables de los primeros años 70. La idea de Semasendhi es ayudarlos a recuperarse del precio que el combate contra el sistema se ha cobrado sobre sus cuerpos y psiquis”, escribe Marcelo Figueras en la sinopsis, adelantando la trama.
Mediante el estilo tan personal que caracteriza a la poesía del músico, esta suerte de adelanto de la obra completa, revela el poder narrativo de Solari y su capacidad de incursionar en terrenos alejados del costumbrismo, siendo la ciencia ficción quizá, el genero que podría llegar a encajar con su narrativa.
La obra presenta una distopía apocalíptica donde se mezclan algunos de los temas centrales de la poética del ex líder de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.
En la novela, Solari configura un mundo caótico que condensa algunos de los temas inmortalizados en sus canciones, imágenes de un futuro, aparentemente no tan lejano: la alteración química de las mentes al borde de la locura, las ruinas de las sociedades técnicas, las marginalidades violentadas por el sistema, la tensión entre el poder y las formas de resistencia, siempre desde una fina ambigüedad narrativa.
“El futuro que avizora está lejos del optimismo científico e ideológico. En este sentido, El delito americano le lleva cuarenta años de ventaja a la remozada moda de las distopías… y una cabeza más de yapa, desde que no juzga su pesadilla como totalmente negativa. Claro, siempre queda a mano el recurso de pensar que se trata tan sólo de una fantasía”, sostiene Figueras en el prólogo del libro.
En palabras del Indio: “Con El delito americano invito a un juego sintáctico y gramatical que oculta con ambigüedades -a eso me dedico- el objetivo de enfrentar al lector con el sentido de un futuro atomizado y cruel, en el cual la ciencia ha dejado de robarle tiempo a la eternidad. Las palabras que lo describen flotan en libertad enfocando aquí y allá un mundo desarticulado y sin pretender la subversión ni el sabotaje del lenguaje reflexivo; más bien suspiran por esa posibilidad. Esta aventura psicotomimética forma parte de un cuerpo mayor que quizá mi pereza y un interés ajeno a mí me permitan algún día sacar a la luz”.
Con una fuerte apuesta a lo visual -como siempre, tratándose del Indio- y las figuras retoricas, “Escenas del delito americano” incursiona en un formato similar al de las historieta, destacando esta combinación poco convencional entre escritura e imagen, convirtiendo a este libro en un verdadero festín para los sentidos.