La sesión extraordinaria en la que el oficialismo planea aprobar la llamada “ley antibarras” comenzó a las 13.11.
El proyecto original fue modificado y algunos acusaron a la nueva iniciativa de ser “lavada”, con respecto al endurecimiento que planteaba. La propuesta establece penas más duras para quienes porten armas en el ámbito de los estadios y partidos de fútbol, ejerzan intimidación o agresiones, que hagan avalanchas, que obstruyan el tránsito y que revendan entradas, con agravantes cuando intervengan los dirigentes de los clubes.
“Sería oportuno que demos este mensaje a la sociedad porque este proyecto es para ellos”, manifestó la diputada nacional Silvia Burgos, presidente de la Comisión de Legislación Penal de la Cámara baja.
“No es que el proyecto quedó lavado, sino que hay que mantener cierta ecuanimidad con la estructura del Código Penal que tenemos. Vamos agravando las penas, elevás las mínimas y las máximas. Pero una piedra, un elemento contundente o o la portación de una bengala no lo podés poner al mismo nivel que un homicidio, había que mantener la ecuanimidad. No lo lavamos. No es lo mismo agredir con una piedra que con un arma de fuego o un arma blanca”, explicó Burgos, en declaraciones radiales.
El proyecto que busca desarticular a las barrabravas y convierte en delitos penales las hasta ahora consideradas contravenciones cometidas en el ámbito de los partidos de fútbol. La iniciativa busca también detectar y penar las presuntas complicidades entre la dirigencia de los clubes y los barras.
“Le estamos dando el título de organización ilícita y van a tener una pena. Si uno permite que se introduzcan en el estadio ciertos elementos, eso va a tener una pena. También dejar pasar a gente que no tenía que pasar. La pena va a ser con cárcel. También estamos poniendo el enriquecimiento ilícito de las autoridades del club”, indicó Burgos.
El proyecto fue reflotado tras el fatídico partido final por la Copa Libertadores entre River y Boca, que debió jugarse el 24 de noviembre y se suspendió porque terminó en violencia. La iniciativa “antibarras” iba a tratarse el 6 de diciembre en la Cámara baja, pero tras la falta de consenso, dentro de la oposición como en el oficialismo, inició una ronda de negociaciones y modificaciones, que terminó con la redacción que se someterá hoy a discusión en el recinto.
El proyecto se discutió en el marco de las comisiones de Legislación Penal y de Deportes y se continuó puliendo hasta antes de la sesión.
Tras el proyecto “antibarras”, la Cámara baja se aprestará a tratar la denominada “ley Micaela”, que propone la creación del “Programa Nacional Permanente de Capacitación Institucional en Género y Violencia contra las Mujeres” para todos los funcionarios y empleados del Estado. La iniciativa fue impulsada por el bloque del Movimiento Evita.
En la sesión de hoy, también se votará un acuerdo comercial entre el Mercosur y Chile, firmado el 4 de enero último en Montevideo, Uruguay, que según la oposición es perjudicial para las economías regionales de la zona cuyana.
