En un sentido y emocionante discurso, la antropóloga y referente feminista Rita Segato inauguró en el día de ayer la edición número 45 de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. En un ovacionado discurso de apertura, Segato exhortó a las mujeres a “construir nuestra propia desobediencia” y convocó al movimiento de mujeres a avanzar hacia “una politicidad femenina”
Tras el abucheo al secretario de cultura Pablo Avelluto, la Sala Jorge Luis Borges clamaba por escuchar a la académica. Ovacionada y recibida de pie, Segato subió al escenario acompañada por cantos del público que exigían “aborto legal en el hospital“. Su presencia sirvió para aliviar así el tenso clima que se vivía en la sala.
Y Segato no defraudó a la audiencia, sino que brindó un conmovedor discurso. Un discurso que interpeló a cada uno de los presentes y a aquellos miles que se agolpaban en las pantallas fuera de la sala -al evento sólo pudo asistirse con invitación previa; debido al deseo de la organización de evitar incidentes con los funcionarios- pese al frío y el viento.
Entre los aspectos más destacados de su elocución, cabe destacar como la académica distanció el “Ni Una Menos”, el movimiento nacional de mujeres, del “Me Too”, iniciado en los Estados Unidos.
“El Me Too le hace señas a la paternidad del Estado, a un árbitro de las relaciones, a un abogado en la almohada, en un mundo de individualismo a ultranza”. Mientras que destacó que el Ni Una Menos interpela a toda la sociedad y no a las estructuras de poder. “El Ni una Menos le habla a un nosotras y nosotros, le habla a una sociedad“.
Por ello llamó a no confundir el Me Too con el Ni Una Menos. “Construyamos nuestra propia desobediencia. No confundamos el Ni una Menos con el Me Too. Y no nos enredemos en su tensión con el Manifiesto de las intelectuales francesas”
Interpeló a todos los presentes a quebrantar la lógica del patriarcado; una lógica en donde sólo un tipo de futuro es posible. “Para el patriarcado, el capital y los monoteísmos fundamentalistas hay una única verdad, una única forma del bien, un único dios, una única forma de futuro, una única justicia. Son de esa forma monopólicos, regidos por una lógica exclusiva y excluyente”.
“Mientras que nuestra lógica que permitió resistir a tantos siglos de masacre en nuestro continente, no es una lógica monopólica: es trágica. En el sentido de que puede vivir con la inconsistencia, con verdades incompatibles y por lo tanto siempre dotada de la intensidad de la desobediencia”
La elocución de la académica estuvo organizada en varios fragmentos titulados “desobediencias” y un epílogo. Ocho invitaciones a la “indisciplina“, a rebelarse y un llamado a “construir nuestra propia desobediencia“.
En este sentido, Segato remarcó la necesidad de una politicidad femenina pragmática. “Una politicidad femenina no puede ser principista, sino pragmática; capaz de improvisar, dirigida a la vida aquí y ahora, a su continuidad y su esplendor“. Y en este sentido, Segato señaló que “se torna necesario ser pluralista antes de feminista”