Estamos ante el fin de una era. Bajo el ala de Warner Bros., Christopher Nolan dirigió las películas más ambiciosas de su trayectoria, desde Dunkerque hasta El Origen pasando por una de las sagas superheroicas más aclamadas de la historia: Batman: el caballero de la noche. Con la excepción de El truco final (que produjo Disney) e Interstellar (que fue una coproducción con Paramount) la fidelidad de Nolan al estudio había sido absoluta, pero los problemas comenzaron con los aplazos en el estreno de Tenet. El cineasta discutió acaloradamente con Warner al hilo de los sucesivos retrasos por culpa del coronavirus, por cómo veía en su última película la semilla para la recuperación de las salas de cine en plena pandemia. Finalmente las cifras de taquilla dejaron que desear, pero la relación entre cineasta y estudio quedó definitivamente rota en diciembre del año pasado.
Fue cuando Warner anunció que todas sus películas de 2021 se estrenarían simultáneamente en cines y HBO Max, como estrategia para afrontar la pandemia e incrementar las suscripciones a esta plataforma. Nolan percibió este modelo híbrido como una falta de respeto a los cineastas y un repliegue a la necesidad de rentabilizar HBO Max. El director llegó a describir HBO Max como “el peor servicio de streaming”, de modo que en cuanto tuvo un nuevo guion entre manos se negó a que Warner lo produzca y distribuya. Estos últimos días Nolan estuvo negociando con varios estudios de Hollywood para encontrar un nuevo hogar, y ahora Deadline anticipa que será Universal la major que auspicie su próxima película.
Al parecer en estas negociaciones fluyeron entre MGM, Sony y la propia Universal, pero no Warner ni Disney ni, pese a las ansias que tiene de trabajar con Nolan, Netflix. El director guarda una firme lealtad al modelo de exhibición convencional, de forma que será Universal el estudio que finalmente financie su película, producida por el propio Nolan junto a su mujer Emma Thomas bajo el sello que ambos comparten, Syncopy Inc.
Y, ¿de qué va esta nueva película? Supone el regreso de Nolan a la Segunda Guerra Mundial luego de dirigir la aclamada Dunkerque, centrándose en este caso en la figura de J. Robert Oppenheimer, el llamado padre de la bomba atómica.
Este físico teórico dirigió la investigación y el desarrollo del mortífero artefacto que puso fin a la Segunda Guerra Mundial, a través del Proyecto Manhattan que culminó con los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki. Está por verse si nos encontramos ante un biopic de Oppenheimer, teniendo en cuenta que Nolan lleva tiempo queriendo acometer un proyecto de estas características, con el antecedente de su intención por abordar la vida de Howard Hughes antes de que Martin Scorsese se le adelantara con El aviador. Cillian Murphy, que ya trabajó para Nolan tanto en la trilogía de Batman: el caballero de la noche como en El Origen y Dunkerque, está en conversaciones para acaparar un papel protagonista.
Tendremos que ver cómo funciona la nueva asociación en los próximos meses. Si Universal no cede demasiado protagonismo a Peacock (su propia plataforma de streaming), es posible que todo vaya bien. La película empezaría a producirse en el primer trimestre de 2022.