Al llamado “paciente de Londres”, un hombre diagnosticado con VIH, se le detectó un linfoma de Hodgkin (un cáncer de una parte del sistema inmunitario). En 2016 se sometió a un trasplante de células madre con una mutación, llamada CCR5 Delta 32, que impide la entrada del virus a las células del sistema inmune, los linfocitos T CD4.
Al cabo de 16 meses, los médicos interrumpieron el tratamiento antirretroviral y, en marzo de 2019, la revista Nature publicó un artículo en el que se demostraba que llevaba 18 meses con el virus indetectable en su sangre, lo que le convertía en el segundo caso de remisión a largo plazo. Este era el segundo caso en el mundo, después del paciente de Berlín, en 2009.
Hoy, un artículo publicado en la revista The Lancet HIV destaca que ahora, 29 meses después de la interrupción del tratamiento, el virus continúa indetectable en sangre, líquido cerebro-espinal, tejido intestinal y semen. Con esto, el estudio que cuenta con la participación de IrsiCaixa confirma la “cura” del VIH del llamado paciente de Londres.
Fósiles de ADN viral
Los análisis del paciente detectan niveles muy bajos de genoma de VIH en tejidos linfoides, pero se trata de material genético defectuoso que no tiene capacidad replicativa y, por tanto, no tiene capacidad infecciosa. “Todo esto nos empuja a concluir que se trata de un segundo caso de curación porque en el paciente de Berlín también se detectaban restos fósiles de ADN viral y sin capacidad infecciosa”, explica Martínez-Picado.
El paciente de Londres presenta anticuerpos contra el VIH, aunque a un nivel muy bajo y que ha experimentado una reducción continua desde el trasplante. Puede deberse a que las nuevas células del sistema inmunitario se hayan expuesto al virus, pero según la investigadora de IrsiCaixa María Salgado, que forma parte de este proyecto –llamado IciStem–, “es habitual que en el organismo persistan evidencias de una infección pasada, los anticuerpos pueden tardar años en desaparecer”.
Tercer caso de remisión
La publicación sale a la luz coincidiendo con la Conference of Retrovirus and Opportunistic Infections (CROI), la conferencia mundial más importante sobre sida, que debía celebrarse en Boston (EEUU) pero finalmente tiene lugar de forma virtual debido al coronavirus.
En este mismo congreso, el consorcio IciStem presenta un tercer caso de remisión a largo plazo del VIH después de un trasplante de médula ósea: el Paciente de Düsseldorf, que lleva 14 meses sin virus en ausencia de medicación antirretroviral.
Los investigadores diferencian los conceptos de “cura” y “remisión a largo plazo” en función del tiempo transcurrido sin rebote viral desde la interrupción de la medicación antirretroviral. “Cuando se publicó inicialmente el caso de Londres insistimos en no hablar de cura porque, aunque 18 meses invitaban mucho al optimismo porque no se había visto un intervalo tan largo desde el paciente de Berlín, queríamos ser prudentes y no generar falsas expectativas”, señala Javier Martínez-Picado, investigador ICREA en IrsiCaixa y co-coordinador de IciStem.
El paciente de Dusseldorf es un hombre de 50 años con VIH que en febrero de 2013 recibió un trasplante de células madre para tratar una leucemia mieloide aguda. Las células del donante también tenían la mutación CCR5 Delta32. En noviembre de 2018, los médicos interrumpieron la medicación antirretroviral y, 14 meses después, sigue sin rebote viral.
Rastros del virus
Los análisis muestran rastros de ADN del virus, aunque sin capacidad infecciosa. Según los investigadores, estos resultados “son compatibles con una remisión sostenida del VIH”.
Habitualmente, cuando las personas con infección por el VIH interrumpen el tratamiento, el virus rebota a lo largo de las primeras 4 semanas. La falta de rebote en estos casos se debe a que las células del donante son resistentes al VIH, y a medida que van reemplazando a las células del receptor mediante el trasplante, el virus disminuye sus posibilidades de infección y acaba desapareciendo. Pese al éxito, Martínez-Picado subraya que “aún quedan ciertas barreras por derribar antes de que la edición genética del receptor CCR5 pueda ser utilizada como estrategia de cura escalable para toda la población”.
IciStem, un proyecto de investigación que busca la cura del VIH, ha incluido desde 2014 a 40 pacientes con VIH que tenían que someterse a un trasplante de células madre. Los investigadores subrayan que el trasplante es un procedimiento médico de riesgo elevado y sólo se aplica a pacientes que sufran una enfermedad que no pueda tratarse mediante otras terapias. También hacen hincapié en que la retirada del tratamiento antirretroviral sólo puede hacerse por decisión médica.
(SINC)