El cineasta y político argentino Fernando Pino Solanas celebró en la Berlinale el estreno internacional de su “Viaje a los pueblos fumigados”, un documental sobre los estragos de la agricultura industrializada, donde ejerce de “narrador militante”.
“Soy un narrador militante, un militante. Un senador nacional, como yo, debe implicarse, debe hacer que se le vea, como motor de una lucha de todos. Sería ridículo no hacerlo”, aseguró sobre el más visible de sus roles en un documental donde, además, ejerce de director y cámara.
“La película es un viaje por siete provincias argentinas con una fuerte actividad agrícola, recabando testimonios y aportando mi propia voz sobre las consecuencias que tiene el modelo agrícola en la alimentación y la salud de la gente. Es como un Frankenstein que nadie quiere mostrar“, sostuvo Solanas, que regresará a la Berlinale 14 años después de haber sido distinguido allí con el Oso de Oro Honorífico.
Tras la exhibición del filme incluido en la sección Berlinale Special y después de que los espectadores le cantaran el feliz cumpleaños por los 82 que cumplió el viernes pasado, Solanas dijo a EFE que se encontró “ante un público muy receptivo ante lo que está ocurriendo en el campo argentino, la deforestación, el desplazamiento de los indígenas”.
Se trata del octavo filme de una saga en la que figuran otras películas como ‘Memorias del saqueo’ y ‘La dignidad de los nadies’”. Se trata, además, de un film que propone la fusión de géneros, de corte testimonial, ya que son los mismos protagonistas quienes descubren sus conflictos y problemas.
Dividido en diez capítulos, el relato toma la forma de un viaje hacia las regiones que producen soja, cereales, hortalizas y frutas. Los protagonistas son especialistas, vecinos, productores, técnicos, maestros y agricultores.