El pintor Rafael Sanzio, más conocido como Rafael, podría haber estado disconforme con el aspecto de su nariz y, por eso, haberla retocado en un autorretrato.
“Ciertamente hizo que su nariz se viera más refinada”, dijo el profesor Mattia Falconi, biólogo molecular del campus de Tor Vergata de la Universidad de Roma, quien analizó la obra en comparación con el presunto cráneo del artista. “Su nariz era, digamos, ligeramente más prominente.”
Actualmente, la obra, que suele exhibirse en la galería de los Uffizi de Florencia, se encuentra en Roma, para una muestra en conmemoración por el 500 aniversario de la muerte del pintor, quien falleció a los 37 años, probablemente por una pulmonía mal tratada.
Los especialistas señalaron que la nariz de Rafael en esta pintura es diferente a otras suyas. Incluso, a partir de la reconstrucción del rostro del artista renacentista a partir de técnicas 3D, que mostró cómo hubiera sido la cara de Rafael en sus últimos días, los investigadores llegaron a la onclusión de que este se veía muy similar al del maestro en un grabado de Marcantonio Raimondi, uno de sus estudiantes.
“Cuando terminamos, me dije a mí mismo: ‘He visto esa cara antes’”, dijo el científico de 57 años en una entrevista telefónica con Reuters. El resultado también presenta cierta similitud con el protagonista de “Retrato de un hombre”, pintado entre 1512 y 1515 por Sebastiano del Piombo, un contemporáneo y rival de Rafael.
Sin embargo, la reconstrucción del rostro podría no ser correcta, ya que aún existen dudas sobre si los restos humanos exhumados en 1833 correspondían a Rafael. Sin embargo, Falconi cree que existe un 85 por ciento de posibilidades de que el cráneo sea del artista debido a las similitudes con la mayor parte del rostro, tal como lo representaron él y sus contemporáneos.
Falconi dijo que esperaba que la tumba pueda abrirse de nuevo algún día para hacer pruebas directas en el cráneo. Esto podría resolver varios misterios, incluyendo la confirmación de lo que causó su muerte.