Todo indica que el romance de Hollywood con el streaming ha terminado. No de forma abrupta, pero ciñéndonos a Warner Bros. Discovery con su plataforma HBO Max (renombrada como Max en los Estados Unidos y próximamente el resto del mundo), se divisaron señales en 2022. Fue entonces cuando The Batman, tras hacer 360 millones de dólares a su paso por cines, fue enviada al catálogo de HBO Max sin coste adicional al quedar sujeta de la ventana de 45 días que las majors habían fijado.
The Batman se marchó de los cines aun estando claro que podía seguir haciendo dinero, de forma que llegado el invierno Warner alargó la ventana con Elvis por motivos parecidos. Desde entonces la duración de la estancia en cines de cada producción de Warner ha ido variando según su rendimiento en taquilla, hasta toparnos en 2023 con el fenómeno de Barbie. La película de Greta Gerwig ya ha alcanzado la ansiada barrera de los 1.000 millones de dólares, que este año solo había rebasado previamente Super Mario Bros. La película.
Puesto que, coincidiendo en cines con Oppenheimer, sería una insensatez mandarla en pocas semanas al streaming, Warner planea seguir flexibilizando el tiempo entre el estreno en salas y la llegada a HBO Max. David Zaslav, CEO de Warner, ha aclarado vía Deadline que quieren ir caso por caso: “Confiamos en las ventanas cinematográficas, en dejar que se rentabilicen, y luego en ir al vídeo bajo demanda por las ventanas que siempre han funcionado”. De hecho, antes de terminar en HBO Max sin coste adicional, Barbie pasaría por la habitual fase de alquiler digital.
En Warner están muy ufanos con el éxito de esta adaptación de la muñeca de Mattel, que protagonizan Margot Robbie y Ryan Gosling. Tanto como para no revelar aún cuándo se estrenaría en streaming, pero Zaslav ha dejado caer alguna pista: “Cuando llegue a Max en primavera, tendrá un buen impacto”, asegura. Así que mínimo Barbie no llegará a HBO Max hasta septiembre, quizá situándose a finales de año si la taquilla sigue manteniendo la pegada en los próximos días.
Es la prueba última de que parte de Hollywood parece haber asumido que los ingresos más contantes y sonantes siguen estando en la exhibición cinematográfica de toda la vida, sin dejar de sufrir las consecuencias de la burbuja del streaming que acaba de estallar. Mientras relega los impulsos a HBO Max, Warner haya pasado a eliminar contenidos de la plataforma solo para desgravar impuestos, mostrando una actitud despectiva con la marca en la que también ha incurrido Disney con Disney+.
