El secretario general del Sindicato de Trabajadores de Industrias de Alimentación (STIA), Rodolfo Daer, aseguró hoy que el cierre de fábricas de alimentos es por “responsabilidad” del Gobierno y no por la acción de los grupos de izquierda dentro de las plantas, tal como afirmó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Tras el violento desalojo de la plata de PepsiCo en el partido de Vicente López, el sindicalista enfatizó que “el problema de cierre de fábricas y de dificultad en el pago de salarios es porque cayó el consumo, cayeron las ventas y el sistema financiero es absolutamente usurero”.
De esta forma, el titular de STIA le respondió a la ministra de Seguridad, quien señaló que “lo único que hacen los grupos de izquierda es cerrar empresas”, por lo que sentenció que “en vez de ayudar a los laburantes, los matan”.
Daer también indicó que está “muy dolorido” por las críticas que recibió de una parte de los trabajadores despedidos de la planta PepsiCo, quienes aseguraron que el sindicato los dejó solos en la lucha para que la planta no se cierre. En este sentido, consideró que “las diferencias políticas y sindicales nunca se pueden llevar al plano sindical”, al tiempo que aseguró que recorre “siempre” las fábricas y hasta tiene “relación personal” con muchos de los trabajadores. “En el gremio hay sectores políticos trotskistas, marxistas, chinos, y lo que ellos tendrían que valorar es la pluralidad y facilidad que se le dio para participar de las elecciones del gremio y que nunca pudieron ganar”, expresó el dirigente que está hace 32 años al frente de STIA.
En diálogo con las radios El Mundo y Continental, planteó que cuando el sindicato se enteró que la planta PepsiCo en Vicente López cerraba sus puertas se reunieron “de inmediato” con la comisión interna e hicieron las denuncias correspondientes en el Ministerio de Trabajo, además de una movilización.
Daer manifestó que el gremio estaba en contra de la toma de la planta por parte de un grupo de trabajadores, pero enfatizó: “Eso no quiere decir que uno esté de acuerdo con la brutalidad de la represión” durante el desalojo. Además, opinó que “los problemas laborales o sociales no se resuelven con palos o con gases”.
El gremialista, además, puntualizó que “en asamblea general de delegados y activistas hubo dos mociones sobre el tema de PepsiCo: una que pedía paro de 24 horas del gremios y de la CGT; y otra que decía que si no se puede conseguir la reapertura, que se negocien las mejores condiciones para los trabajadores, esa es la que ganó”.
Al respecto, detalló que “el 80 por ciento de los trabajadores de PepsiCo se acogieron en la negociación que oscila entre 600 y 4 millones de pesos de indemnización”, por lo que “410 trabajadores cobraron la indemnización, 155 administrativos fueron reubicados en oficinas de Munro y Barracas, y cerca de 60 son los que no aceptan la doble indemnización y quieren volver a trabajar”.
En cuanto a la responsabilidad que Bullrich le endilgó a los grupos de izquierda en el cierre de fábricas, dijo que el cierre de plantas “es responsabilidad del Gobierno” y añadió que el liderazgo de grupos de izquierda en las comisiones internas “no se manifiesta” en las fábricas del rubro alimenticio.
“Mientras había pleno consumo, en la etapa anterior, la planta de Mar del Plata, que está abierta desde 1999, y la de Florida, trabajaban a full y cuando cae el consumo, la gente empieza a seleccionar qué comprar y estos no son productos de primera necesidad, y encima abrieron la importación”, analizó.
Consultado sobre la movilización que convocó la CGT para el próximo 22 de agosto tras la represión el PepsiCo, señaló que la resolvieron “para después de las PASO para que no nos tiren de un partido o del otro en el proceso electoral”. “La marcha no es solamente por PepsiCo, es por la situación económica”, respondió a los cuestionamientos por la fecha de la movilización, al tiempo que consideró: “Da la sensación que la descalificación del sindicalismo es para facilitar el avance contra los derechos de los trabajadores”.