El secretario general del Sindicato de Trabajadores de Obras Sanitarias, José Luis Lingeri, firmó ayer un acuerdo paritario en línea con lo que promueve el gobierno nacional: no más de 15 por ciento de aumento salarial para este año y una “cláusula de revisión”, que permitirá reabrir la mesa paritaria en nueve meses si la inflación se ubica por encima de ese porcentaje.
“No hemos firmado a la baja, firmamos en línea con la inflación”, aseguró Lingeri en declaraciones radiales, frente a las críticas que recibió el acuerdo del sector de la CGT que responde a Hugo Moyano. “Esto no quiere decir que no acompañemos a otros gremios con problemas, con despidos”, matizó el dirigente sindical.
“Siempre hemos firmado la revisión, nunca figuró como cláusula gatillo”, explicó Lingeri al ser consultado sobre la disposición que habilita la reapertura de la negociación paritaria si la inflación avanza por encima del aumento salarial pautado. A diferencia de la “gatillo”, la “cláusula de revisión” no se dispara automáticamente.
El dirigente sindical admitió que con las cifras adicionales específicas que se acordaron, como un 2,8 por ciento para compensar la inflación de 2017, el aumento final para 2018 se ubica por encima del 15 por ciento. En este sentido, consideró que cada gremio y empresa tiene sus particularidades y los acuerdos salariales no pueden estar estandarizados.
“Puede ser que sea más de 15. Uno lo lleva de acuerdo a las características de su gremio o, a veces, hay empresas que no pueden pagar lo que los trabajadores piden con toda legitimidad”, explicó Lingeri.
Con respecto a la protesta convocada por Moyano para el miércoles 21 de febrero en 9 de Julio y Belgrano, el líder de los empleados de Obras Sanitarias “vino mal nacida desde la comida en Mar del Plata”. “El principal sponsor de ese cónclave ahora se baja y lo deja solo a Moyano”, disparó Lingeri, en referencia a Luis Barrionuevo y al almuerzo en la ciudad balnearia del 18 de enero.
Finalmente, Lingeri consideró que, pasada la manifestación convocada por Moyano, hay que hacer “un replanteo” de la conducción de la CGT y opinó que debería estar liderada por un solo dirigente.
“Hay que dejar pasar esto del 21 y hacer un replanteo de la CGT, de cómo quedan las cosas. Yo creo que lo lógico es que haya un solo liderazgo, que lleve a concertaciones serias. Esta es la falla que tenemos los argentinos, no encontramos un camino de concertación”, sostuvo el dirigente.
Lingeri aseguró que, por ahora, no hay ningún nombre tentativo para reemplazar al triunvirato que conduce actualmente la CGT. “El movimiento obrero, a veces, no prepara con tanta anticipación”, afirmó.
La elección de nuevas autoridades para resolver la interna dentro de la central sindical, también había sido fogoneada por Héctor Dáer, uno de los tres integrantes del triunvirato que conduce la CGT.