Este año se tratará en la Legislatura porteña la modificación del Código Urbanístico de la Ciudad de Buenos Aires.
La Asociación de Empresarios de la Vivienda (AEV) manifestó su oposición a las limitaciones que impone para la construcción en altura, frente a la posibilidad de que no se pueda avanzar con la construcción de torres. El proyecto establece que los edificios de la Ciudad no podrán superar el promedio de altura que tiene la manzana.
“Los desarrolladores de la AEV, que queremos una ciudad moderna, nos oponemos a esta modificación al código urbanístico que se impulsa. Cabe aclarar que el resto de los cambios, más allá de las restricciones a la altura, son en general correctos y los apoyamos”, apuntó la asociación en un comunicado. “Pero no éste, que, en esencia, se opone al crecimiento de la construcción”, agregó.
“El proyecto de nuevo Código Urbanístico, que el Ejecutivo de la Ciudad de Buenos Aires está elevando a la Legislatura, al enarbolar la bandera anti-torres y al restringir fuertemente las alturas, en esencia lo que hace es oponerse a que se construya”, sostuvo AEV.
“Menos altura es sinónimo de menos metros por parcela, aunque el Gobierno argumente lo contrario en los fundamentos de su proyecto”, indicó la entidad.
“Una ciudad más densa es más accesible, con precios más convenientes para más gente. Y además, es más sustentable en términos de infraestructura, de servicios públicos y de transporte. Eso es lo racional y se logra creciendo en altura, no al revés”, agregó.
“Los vecinos que se oponen a las torres prefieren la Buenos Aires del pasado, congelada tal como supo ser. Pero quien elija disfrutar de la pujanza y de la modernidad de las urbes que miran al futuro, como Manhattan, Londres o Chicago, tendría que estar dispuesto a asumir los costos de un entorno diverso y vibrante, no homogéneo ni chato”.
Desde AEV advierten que la reacción de los inversores inmobiliarios es “naturalmente negativa”. “Inquieren, por ejemplo, qué pasará con los terrenos que saldrán a la venta del AABE y Tiro Federal, donde están previstas enormes torres. La respuesta oficial es que allí sí se podrán hacer, por excepción. Pero lo cierto es que no se sabe cuál será la reacción de los vecinos o, incluso, de la justicia en caso que se presenten amparos, después de las categóricas argumentaciones públicas del gobierno contra las torres”, apuntaron desde la entidad.
(Con información de Télam)