El Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini (CCC) reafirmó, una vez más, su responsabilidad en la actividad político cultural e inauguró su octavo Festival del Amor. “Estos años no han sido los más esperados para la cultura y entendemos que este festival es parte de una resistencia. Intentamos que cada año tenga su color y deseamos que vengan épocas más simpáticas para todos”, manifestó el productor y director Pablo Silva.
“No se trata solamente de un asunto temático, sino que se celebra también en relación a nuestro amor por el teatro”, expresó el director general del CCC Juano Villafañe que, pasadas las siete de la tarde de ayer, cedió el micrófono a directores y autores que integran la programación para generar un espacio de reflexión con el público presente.
En esta oportunidad, serán cuatro jornadas en las que presentarán una obra por día. Hoy a las 20.30 comenzará con la historia más icónica: “Romeo y Julieta”, pero esta vez la versión “de bolsillo” creada por Emiliano Dionisi. “En 2013 se cumplía un aniversario importante de William Shakespeare y al productor de la Compañía Criolla, Sebastián Ezcurra, se le ocurrió abordar al autor”, comentó el dramaturgo, quien además interpreta a uno de los dos catedráticos que intenta dar una clase magistral sobre el escritor inglés. “Es una celebración a lo teatral. La idea era trabajar sobre esa historia, que todos conocemos, con un lenguaje de comedia que permita acercar el público al clásico”, agregó sobre “Romeo y Julieta de bolsillo”.
Si bien es la única función, el sábado también se podrá disfrutar otra producción de Dionisi, ya que presentará “El puente azul”, uno de los musicales que dirige. “El actor Mariano Mazzei encontró unas cartas de sus abuelos que se enviaban cuando estaban separados por la distancia entre Argentina e Italia y, sobre una idea previa que tenía, se la llevó al dramaturgo y compositor Fernando Albinarrate”, explicó sobre el origen del espectáculo, catalogado como Mejor Musical OFF en los premios Hugo Midón 2017-2018. “’El puente azul’ es nostalgia pura, poesía cantada que genera emotividad sobre las palabras y que refiere a los problemas del amor a distancia”, finalizó Dionisi.
“A mí lo que me tiene que pasar es que me enamoré del texto”, contó Cristina Miravet, directora de “La penúltima oportunidad”, obra que irá el viernes 22 de febrero durante la tercer jornada del festival. La trama toma como protagonistas a dos mujeres, interpretadas por Thelma Demarchi y Marcela Grasso, que desean al mismo hombre. Más allá de lo anecdótico, la pieza refiere a las diversas formas de amar y a los comportamientos sociales: “Es un humor maravilloso, muy argentino, pero también es filosofía”, dijo sobre la dramaturgia de Rafael Bruza que, según reconoció, la atrapó al punto tal de iniciar el montaje.
Por último, se narrará “La música del viento”, una comedia romántica, que transcurre “bajo el cielo de Atacama”, escrita por Merceditas Elordi. La autora contó que la obra nació de una forma inesperada: “No sabía bien qué quería escribir, empezó con un chileno y una científica hasta que, en un espectáculo, vi a Patricio Paz (protagonista de la obra) interpretando a un tucumano y cambié la perspectiva”, recordó. Al final, los borradores la llevaron a una historia de encuentros entre dos formas opuestas de ver el mundo que se enamoran. “En el teatro hay algo del amor que está presente, y que se produce cuando estamos creando una obra”, concluyó Elordi con una sonrisa en el rostro.
Antes de finalizar con la apertura, Fabio “Mosquito” Sancineto presentó cuatro fragmentos breves de “Tragaperras”, obra dirigida por Alfredo Megna que estrenará el seis de abril en la sala Osvaldo Pugliese del CCC. Se trata de una de las promesas de la programación anual del centro cultural. “Si bien la obra no está relacionada con la temática del festival, elegimos para presentar estas escenas porque sus diálogos tienen un vínculo con el amor”, aclaró Megna antes de dar inicio al ensayo con público. En menos de 20 minutos Mosquito esbozó su brillante composición de tres personajes muy diversos: Aurora, una persona trans; Karina, una mesera joven y sensual; y Roque, un hombre mayor en silla de ruedas. Apenas unos segundos en escena, sin escenografía ni texto completo, bastaron para dejar a los espectadores alertas para la venta de entradas.