Paul Manafort, el ex jefe de campaña de Donald Trump, se entregó hoy al FBI luego de una investigación lo acusara de haber trabajado para Ucrania y haber lavado el dinero de los pagos recibidos. En la misma bolsa cayó el ex vicepresidente de la campaña, Rick Gates. Ambos sospechosos se declararon inocentes.
Tanto Manafort como Gates enfrentan una extensa lista de acusaciones: conspirar contra EE.UU, conspiración para lavar dinero, ser agente no registrado de una autoridad extranjera, declaraciones falsas y no presentación de informes de bancos extranjeros y cuentas financieras. En total, ambos representantes d ka campaña enfrentan 12 cargos.
El dictamen contra los dos lobbistas, socios entre sí, afirma que, por sus trabajos para un partido político ucraniano, recibieron decenas de millones que depositaron en bancos del extranjero y otras entidades financieras. La acusación asegurá que en total se movieron 75 millones de dólares provenientes del poder de Ucrania.
La fachada para hacer relaciones públicas y otras operaciones habría sido la consultora Davis Manafort Partners, que trabajó a su vez en la campaña del ex vicepresidente ucraniano Viktor Yanukovych. Según el FBI, tanto Manafort como Gates no declararon el dinero que recibieron por estos trabajos y, cuando el Departamento de Justicia les consultó por estas evasiones, ambos habrían mentido.
Al conocerse el revés contra sus hombres de confianza Trump hizo duras críticas…pero al fiscal del caso, Robert Mueller. “Lo siento, pero eso fue hace años, antes de que Paul Manafort formara parte de la campaña de Trump. ¿Pero por qué no se centra en la Corrupta Hillary y los demócratas?????”, escribió Trump, en su cuenta de twitter.
A pesar de los lamentos de Trump, George Papadopoulos, otro asesor del presidente, ni siquiera esperó a que la Justicia falle en contra suya y se declaró culpable de mentirle al FBI. Cuando la agencia federal le preguntó si había estado en Londres, en busca de información que pudiera perjudicar el a la demócrata Hillary Clinton, Papadopoulos lo negó y dijo que la reunión había sido antes de la campaña presidencial. Luego se confirmó que esto era falso y que el encuentro en la capital inglesa habría sido con allegados al Kremlin.
Es la primera vez que allegados tan cercanos a Trump son acusados por las injerencias de Rusia en los últimos comicios presidenciales.