Tras el anuncio de una suba en la meta de inflación para 2018, de 10 a 15 por ciento, el Banco Central redujo en 0,75 por ciento la tasa de referencia, en la renovación de Lebacs que hizo ayer. De esta manera, el centro del corredor de pases a 7 días quedó en 28 puntos porcentuales.
Desde Ecolatina, evaluaron que la decisión “estuvo en línea con la expectativa del mercado de una relajación del sesgo contractivo de la política monetaria”. Sin embargo, advirtieron: “lo que no estuvo en línea con ciertas expectativas del mercado fue la magnitud de la relajación. La reducción fue significativamente menor a la observada en el rendimiento de la LEBACs de menor plazo en el mercado secundario (aproximadamente 200 puntos básicos) y la tasa que `sugería´ el Ministerio de Finanzas a través de la emisión de LETEs en pesos”.
Según los especialistas de Ecolatina, el “gradualismo” en la baja de la tasa de referencia “es indicativo de que la puja entre el Poder Ejecutivo y el Banco Central no parece totalmente saldada y de que la autoridad monetaria no claudica en el uso de la tasa de interés como herramienta anti-inflacionaria”.
El dólar cotizó en baja en la pizarra del Banco Nación, a 18,35 para la compra y 18,85 para la venta, 35 centavos menos que ayer.
La consultora advirtió que, al haber “relajado” la meta de inflación y subirla al 15 por ciento, la entidad conducida por Federico Sturzenegger agregó “mayor exigencia a su cumplimiento”. De esta manera, anticipan que “el margen de reducción de la tasa de interés se acota“.
“El estreno del gradualismo del Central liberará algo de presión al alza a la que estuvo sometida el tipo de cambio las últimas semanas. Pero menos presión, no implica ausencia de ella . El gobierno logró una reducción considerable de la tasa de interés real y el tipo de cambio trepó un escalón, pero a costa de una mayor expectativa de inflación“, concluyó el análisis de Ecolatina.
Martín Ravazzani, economista de la consultora, evaluó que la decisión de subir la meta de inflación estaba destinada, en parte, a “equilibrar el retraso cambiario”. En diálogo con Diario Vivo, el especialista estimó que la entidad dio el mensaje de que “está dispuesto a continuar con una política monetaria dura”.
¿Por qué el mercado y los analistas evaluaron que una mayor meta de inflación por parte del Banco Central implicaría una baja de tasas?
-La suba de la meta inflacionaria implica un acercamiento entre la inflación real y la aspirada. La teoría indica que eso flexibiliza la tasa de interés, que ya no tiene que ser tan estricta para alcanzar el objetivo. Había además un contexto político en el sentido de aflojar la política monetaria para hacer avanzar la economía y equilibrar el retraso del tipo de cambio para las exportaciones y el turismo. Algunos dicen que la meta que se cambia no es una meta y otros, que lo mejor era hacerla más creíble. Para nosotros, la meta en torno al 10 por ciento era muy difícil de cumplir. Entre bajar el déficit, lograr crecimiento económico y reducir la inflación, el gobierno optó por sacrificar lo último para conseguir más crecimiento.
¿Cuál será el comportamiento de la tasa de interés el resto del año?
-El Banco Central usó la tasa de interés como principal instrumento de contención de la inflación y, con el mensaje que dio ayer, dio a entender que está dispuesto a continuar con una política monetaria dura. Si bien bajó 0,75 puntos porcentuales, el nivel de tasas sigue siendo alto y está alrededor de 10 puntos por encima de la inflación. La inflación tiene un condimento monetario, pero en Argentina también pesa la inercia de los precios, los costos. La sola utilización de las tasas no es suficiente para lograr una desaceleración de la inflación ni el estímulo del crédito para el crecimiento.
¿Cómo avanzará la economía con retracción del consumo interno, un nivel de crédito bajo y la necesidad de bajar el gasto público?
-Nuestra previsión es que el salario real debería mantenerse o ganar uno o dos puntos a la inflación. Probablemente, no se va a cumplir la meta del 15 por ciento. Para Ecolatina, el índice de precios ascenderá 19 o 20 por ciento. Hay un problema serio de déficit fiscal, el problema de fondo es el desequilibrio del sector público. Si tenés a cada funcionario cuidando su metro cuadrado, se descuida el equilibrio general.